La inmigración se ha convertido en los últimos años en un arma arrojadiza entre los partidos políticos, no solo a nivel nacional sino dentro de la Unión Europea.

Sea como fuere, las fuerzas de seguridad, especialmente la Policía Nacional, trabaja intensamente en este ámbito para mantener la legalidad vigente en esta materia y no son pocos los casos registrados en Palencia a tenor de los datos ofrecidos a este periódico desde la Comisaría provincial.

En los primeros seis meses de este año un total de 80 personas han sido detenidas al encontrarse en situación irregular en la provincia, una cifra nada desdeñable y que confirma que es un problema a seguir en los próximos años. De hecho, los datos ofrecidos indican que durante 2017 se registraron 140 detenciones, las mismas que durante 2016; es decir,  360 arrestos en los dos últimos años por estancia irregular en el país.

Desde el punto de vista nacional, el Estado ha expulsado en los últimos diez años a 189.540 migrantes y pretendió echar a otros 373.175, según los datos de Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, actualizados el 16 de abril pasado. La mayoría de personas con órdenes de expulsión y luego expulsadas en estos diez años, casi la mitad, eran ciudadanos de Marruecos. Le siguen, a bastante distancia, argelinos, bolivianos y brasileños.  

No hay que olvidar tampoco, tal y como publicó este periódico recientemente, que Palencia vive actualmente una auténtica avalancha de solicitudes de asilo internacional por parte de inmigrantes que llegan al país y que alegan su condición de refugiados. En solo dos años, el volumen de peticiones de este tipo se ha disparado un 1.130% al pasar de las ocho peticiones cursadas en la Comisaría de Policía Nacional de la avenida de Simón Nieto a lo largo de 2016, a las 92 desde enero hasta septiembre de 2018, sin olvidar las 70 que se tramitaron a lo largo de 2017, según informaron a Diario Palentino fuentes oficiales consultadas.

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