Urko Otegui es historia viva del baloncesto español sin necesidad de que supere ningún récord, pero después de 14 cursos en la LEBOro impartiendo lecciones de sacrificio, trabajo, capacidad de mejora y, sobre todo, pasión por este juego, era casi imposible que no dejara huella también en el apartado estadístico.
Aunque, como él mismo explicaba en la rueda de prensa del miércoles, «comencé muy tarde en el baloncesto, a los 16 años, ni pensaba en ser profesional, ni llegar a ACB, ni a estas cifras».
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