La práctica totalidad de las plazas hoteleras de alojamientos de la Montaña Palentina se encuentra reservada hasta después de Semana Santa tras la gran nevada caída hace casi tres semanas y  que está sirviendo de foco de atracción turística.

Según indicaron responsables de la Red de Turismo Montaña Palentina, que aglutina a unas 450 plazas de alojamientos rurales, los dos primeros fines de semana tras la caída de la nieve se cancelaron buena parte de las reservas por la imposibilidad de los turistas de acceder a los recursos, pero una vez despejadas las carreteras se produjo un importante aumento de la demanda que ha llevado a este fin de semana a una ocupación de casi el cien por cien.

Desde la Red de Turismo Montaña Palentina explicaron que la mayoría de estos turistas son familias procedentes de Castilla y León, principalmente de las provincias de Palencia y Valladolid, así como de la Comunidad de Madrid. Aseguraron que vienen para disfrutar de la nieve en familia y del paisaje, y que buena parte ya conocía la Montaña Palentina de anteriores estancias.

Desde la asociación también confirmaron que la difusión de fotografías de la comarca cubierta por la nieve y la atención que ha tenido el temporal en los medios de comunicación están favoreciendo la atracción de visitantes.

Añadieron que se espera que el efecto de la llamada de la gran nevada se mantenga durante el mes de marzo, para cuando ya hay un volumen de reservas muy elevado, que se prolonga hasta la Semana Santa.

En comparación con otros años, valoraron que lo habitual es que tras un mes de enero nulo porque la mayoría de los establecimientos cierran debido a las bajas temperaturas, febrero suele ser muy flojo por lo que este año se producirá un cambio en la tendencia general.

En cuanto a los daños en los establecimientos provocados por el temporal, explicaron que se han producido las caídas de algunas paredes como consecuencia de la carga de nieve o de la acción de las máquinas que han estado trabajando en despejar las calles. La fuerte ventisca también provocó la apertura de ventanas y ventanucos con la consecuente entrada de nieve en las viviendas así como la caída puertas.

No hubo que lamentar, apostillaron, ninguna caída de cubiertas o tejados porque estos establecimientos están construidos con estructuras que soportan mucha carga. Pese a que se produjeron daños, valoraron que, obstante, no fueron importantes.