Asaja eleva a 80.000 las hectáreas afectadas por la plaga de topillos

diariopalentino.es
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Imagen de archivo de un topillo muerto en una tierra de cultivo de la provincia. - Foto: guillermo roldan

La organización agraria Asaja ha elevado a 80.000 las hectáreas de cultivo dañadas en la provincia por la acción de los topillos, daños que en algunas explotaciones superan el 80 por ciento. Según informó a la Agencia Ical el gerente de Asaja Palencia, Carlos Lobete.

La zona más afectada, apuntó, sigue siendo Tierra de Campos «sobre todo el ramal que discurre paralelo a la antigua carretera de León desde Palencia», concretó.

Desde la organización agraria se está evaluando ahora a cuánto ascienden las pérdidas económica, que, dijo Lobete, son muy desiguales pero que suman cantidades muy importantes. «Mientras que un agricultor con 60 hectáreas puede llegar a perder hasta 18.000 euros, otros con 100 hectáreas tienen menos daños», apostilló.

Para realizar el cálculo se tienen en cuenta los partes de Agroseguro y se ajusta con la superficie total de la provincia para obtener una cantidad lo más aproximada posible, explicó.

La intención de Asaja, añadió, es «hacer un estudio muy concienzudo para poder plantear la rebaja de los módulos fiscales que se suele aplicar cuando los daños son generalizados».

Además de los perjuicios causados durante esta campaña, Lobete advirtió de las consecuencias que está teniendo lo que a su juicio es una plaga de topillos en la planificación de la próxima siembra.

 «El agricultor no se atreve a plantear la sementera porque lo primero que se come el topillo en el campo es lo verde», explicó. Calificó esta situación de gravísima y vaticinó que la plaga de roedores provocará un cambio en las prácticas agrarias para la próxima campaña que repercutirá de forma negativa en la renta de los agricultores.

ANUNCIO. En cuanto al anuncio realizado la semana pasada por el delegado territorial de la Junta en Palencia, Luis Domingo González, sobre la autorización de quemas controladas a partir de octubre, el responsable de Asaja se mostró satisfecho, aunque matizó que el resultado dependerá de «cómo se haga, a quiénes autoricen y dónde se va a quemar».

Desde su punto de vista, esas quemas deberían de hacerse en los reservorios de los roedores, en cunetas y arroyos.