La artesanía creativa

Paula Zurimendi
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Los artesanos de la decimoquinta feria de artesanía ofrecen en 'El Salón' todo tipo de artículos procedentes de 32 talleres de localidades diferentes

Jesús García vende sus figuras de papel y cartón en el tenderete ‘Papelmanía’ - Foto: Picasa

La artesanía, como es habitual en las Fiestas de San Antolín, ocupa un año más  parte del Paseo del Salón, muy cerca de la Feria del Libro y las casetas de la Feria de Día. En sus 32 puestos los artesanos exponen y venden sus productos a los palentinos.
Jabones, velas, complementos, joyería, juguetes y textiles, son algunas de los artículos que pueden encontrarse en la XV Feria de Artesanía que finaliza hoy.
La mayoría de los que la visitan se limita a pasear y mirar los artículos. También hay compradores, aunque menos, en busca de una pieza única y original, que no se encuentre en las tiendas habituales.
Cecilia López es de Asturias y fabrica joyería de vidrio coloreado. Explica que los artesanos son miniempresarios, «tenemos que hacer todo el trabajo». Admite que ahora hay menos venta, «porque estamos en crisis y, por tanto, en subsistencia».
Jesús García crea desde hace 15 años figuras de papel maché y cartón, la mayoría destinadas a los niños. Su stand es un pequeño mundo lleno de coloridos soles, lunas, estrellas y animales que brillan en la oscuridad. «Este año la venta está yendo bien». 
«A la gente le gusta lo que hago porque es algo novedoso, hay que hacer cosas diferentes y creativas».
A la pregunta de si es cierto que se compra menos artesanía por considerarla cara, contesta que no cree que sea cara, porque son muchas horas de trabajo que no se remuneran. «Si yo me pusiera a calcular las horas que dedico a cada pieza, saldría un producto mucho más caro», explica. 
«Te tiene que gustar lo que haces, aunque es verdad que hay momentos más divertidos y otros lo son menos», comenta sobre el trabajo de artesano.
Una de las artesanas más veteranas de la feria es María Labrador, que lleva casi 35 años en su oficio. Trabaja con su marido, Pedro Seguero, nombre que también usa su taller. Ambos se dedican a la joyería de plata, titanio y vidrio fundido con esmaltes.
«No nos van mal las ventas, dadas las circunstancias. La gente viene sobre todo a última hora del día», señala al valorar esta edición de la feria. 
«Cuando haces artesanía, tienes que apostar por la creatividad», añade Marñía Labrador acerca de su trabajo.
Échate el rollo vende tela pintada a mano: seda, joyería, bisutería, cuadros, abanicos... todo pintado a mano. Soraya García contrasta sus ventas con otras ediciones de la feria: «Fueron más flojas que en los anteriores, aunque la afluencia ha sido alta».
En cuanto su oficio como artesana, explica que «la artesanía tiene recompensa en el sentido en que trabajas en algo que te gusta»
También opina que la creatividad y la originalidad son fundamentales en su trabajo, el poder crear un producto diferente que no esté comercializado.
Muchos de los talleres que se encuentran en esta feria tienen también una web donde venden sus productos. 
Soraya García acaba de abrir una para su negocio, aunque no cree que la venta online pueda sustituir a la tradicional. «Seguimos queriendo ver y tocar antes de comprar», explica.