El secretario provincial de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), Domiciano Pastor, expuso ayer las medidas que debería adoptar la Junta para combatir la plaga de topillos.
La organización considera que la situación actual del campo es similar a la de la plaga de roedores de 2007, en cuanto a extensión y comarcas afectadas. «Todas las zonas de la provincia están afectadas. Tierra de Campos es la más perjudicada por la acción de estos animales», señaló el secretario provincial.
UPA pide a la Junta de Castilla y León que reconozca que existe una unión real entre la plaga y la tularemia y que lleve a cabo medidas oportunas y eficaces contra esta epidemia. «A partir del 15 de septiembre sería conveniente limpiar y quemar rastrojos, cunetas y cauces», puntualizó Pastor.
El secretario provincial del sindicato agrario precisó que es necesario el desarrollo de una serie de equipos de control y ayuda para los agricultores de cara a evitar quemas descontroladas. «Hay que actuar con medidas menos agresivas y dañinas para el medio ambiente», resaltó Pastor.
Desde UPA, advierten a la Administración Regional que si las medidas no se toman pronto, «podríamos adentrarnos en otra plaga de topillos como la que afectó a los campos en 2007, y con los daños que supuso para la salud de los ciudadanos, agricultura y caza».
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Palencia defiende la aplicación de veneno autorizado por el Ministerio de Agricultura en el campo, «pero como última medida». La organización ha recibido avisos de que la fauna también está afectada por la tularemia. «Algunos cazadores han manifestado que han encontrado liebres muertas», subrayó el responsable provincial.
Domiciano Pastor, que acudió a la rueda de prensa con el secretario de Organización, Raúl Azpeleta, y el vicesecretario general, Miguel Ángel Liras, comentó que la plaga se inició con más fuerza en la zona de Arévalo (Avila) y en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). «Sin embargo, en la actualidad, está más desarrollada en Palencia que en estas zonas», añadió el secretario.
riesgos para la salud. La organización, aunque no lo confirma, cree que hay más casos de tularemia y no solo los siete confirmados por la Junta de Castilla y León el 12 de agosto. «La experiencia es que hace siete años cuando se declaraban 50 casos, en realidad, había 250, y cuando se declararon 500, eran 1.000 las personas afectadas», recordó el máximo responsable de UPA Palencia.
El sindicato agrario teme que ocurra lo mismo que hace siete años. «Hubo personas que quedaron incapacitadas y con secuelas para trabajar», concluyó Pastor.