No fue casualidad que Ursicinio Martínez, Ursi, eligiera la mina como inspiración para sus primeras creaciones. Era un ámbito que conocía muy bien, pues con ventiún años ya era un minero experimentado en Barruelo de Santullán. Pero su pasión por el negro mineral, fue superada por su pasión por el arte.

Sin embargo, el esfuerzo del trabajo en las galerías, el ambiente opresivo bajo la tierra y la desgracia que acompaña al accidente quedaron grabados para siempre en Ursi, un artista que a lo largo de su vida consiguió reflejar en sus esculturas el espíritu minero como nadie más ha logrado hacerlo. De hecho, si en su día otro artista palentino, Ambrosio Ortega, fue conocido como "el pintor de los mineros", sin duda Ursicinio Martínez se merece el título de "escultor de los mineros".

Buena parte de su obra se conserva en el Museo de Ursi, ubicado en la localidad de Aguilar de Campoo, y algunas de sus piezas pueden contemplarse en el Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo, dos espacios cuya colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ha hecho posible que varias de sus esculturas se muestren en una exposición que, desde el pasado viernes y hasta el 31 de marzo, acoge el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero (León).

El escultor de los minerosLa muestra incorpora sus primeras obras de tema minero, dos grandes tallas esculpidas en troncos de olmo con el título de Rampero y Picador con martillo neumático. Junto a ellas, completan la exposición un alto relieve y veinte esculturas de pequeño y mediano formato, en madera de roble y bronce, que reflejan los principales trabajos en el interior de la mina. 

"En su afán didáctico, Ursi realiza varios relieves sobre la mina donde agranda el escenario, mostrando ramplas completas. Ese interés porque todos comprendan el funcionamiento de las explotaciones se encuentra en la exposición en dos maquetas de gran tamaño con las que consigue abrir a la mirada exterior la montaña con varios niveles y ramplas", apunta Fernando Cuevas, comisario de la muestra.

En este sentido, el también encargado del Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo recuerda que "en las obras del popular artista norteño las poses forzadas obligadas por los angostos espacios de la mina le sirven para mostrar un estilo propio basado en la tensión de las formas y la representación de esfuerzos casi titánicos".

El escultor de los minerosUN ARTISTA EN CONSTRUCCIÓN. Ursicinio Martínez nace en 1932 en el seno de una familia agroganadera natural de Villabellaco, en la Montaña Palentina. Su infancia y adolescencia discurre ayudando en los trabajos del campo y es en ese ambiente en el que experimenta su primer contacto con la talla y el dibujo. Acostumbrado a trabajar la madera, se entretiene reproduciendo objetos cotidianos con gran delicadeza. 

En 1953 ingresa en las minas de Barruelo, donde permanecerá cuatro años en Mina Petrita y otros dos en el Pozo Calero. Es allí donde talla su primera obra importante, un Cristo Crucificado que le avala para obtener una beca en la Escuela de Artes Mariano Timón de Palencia. Poco después, le rechazan en la Academia de San Fernando, por lo que da un cambio radical a su vida y emigra a Brasil, donde permanecerá once años.

Al regresar a España, se instala primero en Barruelo y después en Aguilar, donde pone en marcha un pequeño establecimiento de perfumería y droguería que le permite retomar su obra artística. En 1988 comienza a dedicarse por entero a la escultura y en 2001 inaugura un museo junto a la puerta de la Tobalina, en pleno casco histórico de Aguilar.

Ursicinio muere en enero de 2007 a los 74 años, pero deja su obra esparcida por varias plazas palentinas, en el Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo y en su museo aguilarense, que cada año reabre sus puertas contribuyendo a que la figura de este inimitable artista siga siendo referente del panorama cultural de la zona.