La Junta quiere que el Gobierno se comprometa con el regadío

SPC
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Marcos rechaza la necesidad de un análisis de viabilidad social en el caso de las balsas del Órbigo

Obras de modernización de regadíos realizadas en Palencia. - Foto: Ical

La consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta, Milagros Marcos, reclama el compromiso “firme” del Gobierno Central en las aportaciones que hace a la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) para poder avanzar en la modernización de los regadíos en Castilla y León. Sin embargo, no percibe la actitud que le gustaría por parte del Ejecutivo, según dijo durante su participación en Los Desayunos de Ical, donde se comprometió a insistir, y no ocultó su convencimiento de que conseguirá el objetivo.

Marcos se felicitó por contar en esta tarea con el respaldo del PSOE de Castilla y León y también con la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, para que se mantenga ese compromiso y se pueda avanzar en la inversión de regadíos. “Es fundamental para el mantenimiento de la incorporación de jóvenes y la actividad en el sector primario”, declaró Marcos, quien recordó que en las zonas modernizadas “los resultados son espectaculares”, ya que cuentan con un 40 por ciento más de población y se incorpora un 80 por ciento de jóvenes más que en otras zonas, además de que se consigue un ahorro de agua que cifró en un 30 por ciento.

La consejera elevó hasta el 60 por ciento el cumplimiento del compromiso adquirido en materia de modernización de regadíos dentro del periodo de programación, previsto hasta el próximo año 2023, con 600 millones de euros sobre la mesa y el desarrollo de proyectos “complejos” que parten de la concentración parcelaria y continúan con el desarrollo de la modernización y la posterior puesta en funcionamiento. Marcos se felicitó porque se está avanzando “de forma planificada” y se ha recibido la solicitud de 22 nuevas comunidades de regantes pidiendo la modernización, algo “histórico” y que “era el objetivo” para impulsar el regadío “de forma equilibrada”.

Ante la prórroga de presupuestos por parte del Gobierno, Marcos estimó que “no tiene por qué afectar” a las infraestructuras, al tratarse de obras plurianuales que ya están previstas en las cuentas. “Si hay que incorporar obras nuevas, según se finalizan fases de las que ya se han realizado, se pueden incorporar”, dijo. En relación a la prórroga del presupuesto autonómico, la consejera previó que no generará problemas. “Lo único que podría condicionar es que Seiasa no tenga la financiación necesaria para firmar los convenios con las comunidades de regantes”, algo para lo que confió en contar con el respaldo del sector social, económico y político de Castilla y León para que el Ministerio “siga avanzando en esta línea”, declaró.

Marcos puso de relieve la importancia de estas infraestructuras, sobre todo teniendo en cuenta que en Castilla y León no hay capacidad de embalses plurianuales. “Necesitamos capacidad y almacenar el agua cuando cae, y aprovecharlo cuando no lo hay, si no tendremos un problema”, reivindicó.

También recordó que las balsas del Órbigo, en la provincia de León, tendrían que haberse licitado en septiembre y ahora se tendría que estar haciendo alusión a la licitación de las Cuezas, por lo que reclamó su impulso a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y que no paralice estos proyectos alegando la necesidad de un análisis de viabilidad social que “no es necesario”. “Por mucho que invirtamos en tuberías, si no hay embalses, no hay agua y nos da igual”, denunció.

“La necesidad económica de que existan las balsas para que puedan funcionar los regadíos es evidente”, estimó Marcos, quien justificó esta necesidad porque se trata de una zona “muy potente” que, de no poder contar con esas balsas “se paralizará”, auguró. “Podemos poner ayudas para la sequía”, estimó Marcos, quien trasladó su preferencia de que, en caso de falta de agua, como el año pasado, en lugar de ayudas “haya agua para evitar el impacto en el medio rural cuando no la hay”, dijo.

Para Marcos, la posibilidad de almacenar agua, en especial de cara a los años más secos, es un elemento fundamental ya que, de lo contrario “de lo demás ni hablamos”. Además estimó que el impacto social al que se refiere la CHD en el caso de las balsas del Órbigo, y que está ralentizando este proyecto, “solo puede ser beneficioso” porque “mejora la actividad económica”, aunque se preguntó si el futuro de este proyecto “depende de si se mide en impacto económico o en voluntades”, añadió. “Hay que mirar un poco más allá del impacto inmediato visual, siendo rigurosos con el impacto ambiental”, recomendó.

En relación a los proyectos futuros en materia de regadíos, Marcos explicó que se pretende “seguir con el mapa”, aunque las obras más inmediatas pasan por continuar modernizando los regadíos en la zona de Palencia, Payuelos, también hay inversiones que se finalizarán en La Armuña (Salamanca) y está previsto que se avance con varias comunidades para “pilotar” el cambio de sistema energético con la línea de ayudas que ha sacado el Ente Regional de la Energía (EREN).