Nostalgia es el sentimiento que florece al recordar los resultados del 2014 en lo que a incendios se refiere. El verano pasado terminaba con 42 hectáreas quemadas de superficie considerada como forestal, es decir, árboles, matorrales y vegetación herbácea o pastos. Sin embargo, únicamente las 122 hectáreas de pinares quemadas el pasado domingo ya son tres veces más que las calcinadas un año atrás.

Ciertamente, los números de 2014 son envidiables en todos los sentidos. Las hectáreas forestales arrasadas fueron el segundo mejor resultado de los últimos 10 años, sólo por detrás de 2010 cuando ardieron 27,5 ha. de estas características.

Otro gran cociente fue el de bosques y montes quemados, donde el fuego acabó con 4,69 hectáreas de superficie arbórea. Esta sí que fue la cifra más baja de la última década, solo seguida por las 8,4 ha. de 2007.

Las llamas también visitaron 8,34 hectáreas de matorral y 29 de pastos.

En general, en los primeros 9 meses del pasado año, se registraron un total de 87 incendios, llegando solo uno de ellos a adquirir el nivel 1 dentro del Plan Infocal. La media fue de menos de media hectárea por siniestro, lo que supuso que el 85% de los fuegos se terminaran considerando conatos. De las 42 hectáreas quemadas en 2014, 22 ardieron de enero a julio y las 20 restantes en julio y agosto.

La cara negativa de ese buen año fue que de los 87 incendios, casi la mitad fueron intencionados. La otra mitad se dividió entre resultados de un accidente y negligencias.

Si echamos la vista un poco más atrás, en 2013 se contabilizaron 126 hectáreas de masa forestal calcinadas. Para poner en valor de nuevo la gravedad del incendio del pasado domingo, en solo un día se quemaron casi las mismas hectáreas que en todo el año 2013.

Las 126 hectáreas que ardieron se desgranaron en 91 de monte arbolado, 8 de matorral y monte bajo y el resto de herbáceas. En aquel año, de los 60 incendios detectados, también se consideró solo uno de nivel 1, que arrasó 86 ha.

En cuanto a las medidas emprendidas para tratar de extinguirlos, en 2013 se utilizaron sobre todo los retenes de maquinaria pesada, más conocidos como bulldozers, y el año pasado las motobombas. Si nos atenemos a números globales desde 2005, se han quemado en la provincia de Palencia 2.759 hectáreas forestales, siendo aquel año el más dañino, con 515 hectáreas arrasadas, seguido de 2012 con 461 ha. de masa arbolada devastadas por los efectos de las llamas.