La democracia que critica Pablo Iglesias que no existe en otros partidos tachados por el líder de Podemos insistentemente como casta, parece que también le falta a su grupo, o al menos eso denuncia el sector crítico, muy a disgusto con el reglamento de primarias que ha impuesto el dirigente morado para conformar sus candidaturas para las elecciones generales. Y es que la dirección nacional ya ha adelantado que no tiene intención de modificar ni de someterlo a consulta con todos los simpatizantes el proceso, tal y como pidieron más de 500 cargos autonómicos y locales del partido. Entre ellos se encontraba la líder de la formación en Andalucía, Teresa Rodríguez, que el pasado fin de semana vio cómo sus propios compañeros frustraban sus deseos de atacar en bloque a su jefe.
«La hoja de ruta está trazada, con el aval fundamental del Consejo Ciudadano Estatal, que contó con un enorme apoyo. Seguimos con ella», anunció el madrileño.
De este modo, aunque afirmó que «las críticas» y «todo lo que contribuya al diálogo será siempre bienvenido en Podemos, desoyó la petición de corregir el reglamento que han trasladado a la dirección nacional los Consejos Ciudadanos de Baleares, País Vasco, Aragón, Madrid y Asturias, así como más de 500 cargos y líderes del partido de toda España, estos últimos a través del manifiesto Podemos es participación, con el que pretenden recoger las firmas necesarias para convocar una consulta.
Respecto a esta última cuestión, Iglesias reconoció que se podría llevar a cabo si lo rubrica el 10 por ciento del censo de inscritos, es decir, unas 35.000 firmas.
«Piensan Iglesias y su gente que por el hecho de haber sido elegidos tienen más poder que el resto de militantes, y eso, en un partido asambleario no es así», denuncia Juan, un parado que no quiere revelar su apellido, y que estuvo en el alumbramiento del bloque morado. Dio un paso atrás porque hubo cosas que no le gustaron, «como muchos que iban solo a medrar, y otros que solo sabían decir chorradas, por aquello de tener que escuchar a todos». Ahora se jacta de pertenecer al sector más «negro, el de los asamblearios autogestionarios».
Pese a que el número uno de Podemos siguió defendiendo que el mecanismo aprobado por la dirección, además de ser es el mismo que ya ha utilizado el grupo en otros procesos, garantiza la participación de todo aquel que lo desee, este licenciado en Historia, que tuvo varios cargos institucionales de importancia en el Gobierno Zapatero, no está en absoluto de acuerdo:«Se está marginando a los círculos provinciales, que quieren listas mixtas, es decir, homogéneas y candidatos sueltos. Madrid solo quiere lo primero».
Parece que el punto más polémico de la decisión tomada por la cúpula, la circunscripción estatal fijada para conformar las candidaturas al Congreso, sigue levantando ampollas. «Queremos corregir el sistema electoral español, en el que las circunscripciones provinciales hacen que en las regiones menos pobladas haya resultados mayoritarios en vez de proporcionales. Por eso no podíamos asumir el sistema electoral español en nuestras primarias internas», afirmó Iglesias, que recalcó que su grupo tiene una clara conciencia plurinacional.
Como comenta Juan, no se quieren volver a cometer los errores de las municipales:«Primero se harán las propuestas del programa y luego se debatirán, se votarán, y después se hablará de ellas».