La compañía española Renfe ha cogido el tren de la recuperación. En los cinco primeros meses del año, la firma mejoró sus cuentas un 46% con respecto al mismo período del año anterior y cerró con unas pérdidas de 67,1 millones, mientras que en 2014 los números rojos ascendieron a 124 millones.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) llegó a 89 millones de euros, un 73% más que los 42 millones registrados hasta el mes de mayo del ejercicio anterior.
Por su parte, los ingresos subieron a 1.229 millones, un 3,2% más, animados por las áreas de Viajeros, que elevó un 4% esta partida, hasta 813 millones, y por la de Títulos de Transporte, cuyo incremento fue del 3%, hasta 912 millones. Frente al activo de la firma, el pasivo descendió un 0,7% y se situó en 1.140 millones de euros, de los que 349 millones procedieron de los gastos de personal, que se redujeron hasta un 2,8%.
El grupo, que cuenta con una plantilla de 14.214 personas, apuntó una endeudamiento de 8.503 millones al cierre de los cinco primeros meses del año, frente a los 8.468 millones registrados en 2014. Por divisiones, Renfe Viajeros recortó a casi la mitad las pérdidas de 80 millones contabilizadas en la misma etapa de 2014.
Renfe Mercancías perdió 18 millones, frente a 27 millones un ejercicio antes, después de recortar los gastos un 9%, hasta 113 millones, y de alcanzar unos ingresos de 104 millones, un 2,7% menos.
Además, la división de Fabricación y Mantenimiento ofreció un resultado negativo de 8,2 millones, de euros frente a 14 millones un año antes, tras duplicar tanto sus ingresos como sus gastos, que ascienden a 275 millones y 273 millones, respectivamente, y Renfe Alquiler de Material Ferroviaro perdió apenas 10.000 euros hasta mayo, frente a las ganancias de 70.000 en la misma etapa de 2014.
Finalmente, Entidad Pública Empresarial Renfe Operadora se dejó 2,3 millones hasta mayo, frente a los números rojos de 630.000 euros en el mismo tiempo del ejercicio anterior.