Los premiados del 'Ciudad de Palencia' defienden la cultura

diariopalentino.es
-

La entrega de premios del Festival de Teatro reúne en la sesión inaugural de la trigésimo tercera edición a Joaquín Arenal, Irina Kourberskaya, Hugo Pérez y Joaquín Galán

Los premiados del ‘Ciudad de Palencia’ defienden la cultura - Foto: DP

Jerónimo Arenal, Irina Kourberskaya  / Hugo Pérez  y Joaquín Galán  recogieron ayer, en la sesión  inaugural de la trigésimo tercera edición  del Festival de Teatro Ciudad de Palencia, los galardones concedidos  por el público el pasado año en las categorías de Mejor Actor (Ricardo  III), Mejor Dirección (La casa de Bernarda Alba) y Mejor Escenografía (Ricardo III). Excusó su ausencia Nuria Espert, premiada  por su interpretación en La violación de Lucrecia.

Jerónimo Arenal, después de  los agradecimientos, se hizo eco de palabras de Federico García Lorca  tras señalar que han desaparecido más de medio centenar de compañías  desde que le comunicaron la concesión del premio de la edición celebrada bajo el lema Las compañías de teatro, un modelo de supervivencia y lo ha recogido. El autor de La casa de Bernarda Alba dijo que «no sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro... Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento».

Irina Kourberskaya  y Hugo Pérez  subieron al escenario del Principal para recoger el premio a la Mejor Dirección por La casa de Bernarda Alba,  agradeciendo que se reconozca el esfuerzo de Tribueñe «para  hacer frente a tanta vulgaridad».  Kourberskaya, como se trata de  la trigésimo tercera edición del Festival, aseguró tener fe en que éste «no será crucificado».

El otro premiado presente en la ceremonia inaugural, Joaquín Galán, reconoció que recoger el galardón le daba vergüenza toda vez que es actor  y la escenografía para Ricardo III (Compañia Atalaya) fue ocasional, aunque puede que en estos tiempos de recortes «todos tengamos que hacer de todo por menos dinero».

Nuria Espert, por su parte, envió una carta de agradecimiento que leyó la concejal de Cultura, Carmen Fernández Cabellero, que aseguró que el Ayuntamiento de Palencia «trabaja para y por el  teatro». Durante su intervención recordó datos de la pasada edición, con una ocupación media de algo más del 90 %. En la primera sesión de Festival, al igual que en un buen número de entregas de premios, no se alcanzó ese porcentaje.

El alcalde, Alfonso Polanco, afirmó que el Ayuntamiento trabaja en la marca Palencia, de la que forma parte el Festival.

En esta ocasión los premiados, frente a las anteriores que recogían la T, se llevaron el título  enmarcado.

El Ciudad de Palencia se prolongará hasta el 28 de septiembre. Configurado por seis montajes, su presupuesto es un 50 por ciento menor al de la edición de 2011.

 

Un «clásico distinto» sobre el juego actor-personaje levanta el telón

Alberto Castrillo-Ferrer (El gato negro) abrió ayer el Festival  de Teatro Ciudad de Palencia con el monólogo, dirigido y escrito por Lucas Franceschi  a partir de textos de Shakespeare, Ser o no ser. La cómica tragedia, «un clásico distinto». El espectáculo indaga en la relación entre personaje y actor: «el personaje cuenta una historia secuestrando al actor», según explicó Castrillo-Ferrer en rueda de Prensa acompañado de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Palencia, Carmen Fernández Caballero.  El espectáculo reúne los monólogos más significativos  de Shakespeare «al servicio de la historia».

Castrillo-Ferrer aseguró estar encantado de participar en un Festival de tanta trayectoria y peso. «Dan idea de dónde estás los compañeros de cartel, como Petra Martínez y Juan Margallo», subrayó.  Dijo que ahora es el «momento de arriesgar», aparte de que una obra «se mide por su calidad, no por los kilos de actores en el escenario».

14 de septiembre

El XXXIIII Festival de Teatro Ciudad de Palencia continúa el viernes con Uroc  Teatro, compañía fundada por Petra Martínez y Juan F. Margallo Rivera en 1985, con el montaje que conforman las piezas La madre pasota, de Darío Do y Franca Rame, y Cosas nuestras, de los propios intérpretes. A las 20,30 horas en el Teatro Principal.

La madre pasota es una comedia que tiene como único personaje a una madre que, tras seguir los pasos de su hijo rebelde, adicto a las drogas y guerrillero, se ve envuelta en un mundo totalmente diferente al conservador del que proviene. En este monólogo conocemos a una madre que ha dedicado su vida a la crianza de su hijo pero que ahora, gracias a él, ha conseguido su libertad tras haber conocido el mundo rebelde al cual, sin querer, la guió su hijo.

 Cosas nuestras, texto firmado por el propio Juan Margallo y Petra Martínez es una acumulación de lo mucho que han vivido en cincuenta años de profesión, tanto en el teatro como por sus alrededores y parte del extranjero. Habla de la relación que tiene el teatro con la presencia del público y el momento. «De un tiempo a esta parte venimos tratando de creernos eso de que «el teatro se diferencia del cine y la televisión en que lo que ocurre, ocurre en el momento y, además, el público está presente…, cuando está, porque hay veces que no acude». Basados en esta premisa,  «tenemos que estar preparados para cumplir el cometido de toda pareja cómica que se precie: divertir divirtiéndonos».