La puerta continúa abierta

Agencias
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El tiempo apremia. Merkel y Hollande exigen a Atenas propuestas concretas para retomar las negociaciones esta semana

 
 
El rotundo no a las exigencias de los acreedores emitido el pasado domingo por los ciudadanos griegos en el referéndum convocado por el Gobierno de Alexis Tsipras ha puesto en alerta a la UE, que teme que este rechazo pueda derivar en una salida del euro de la nación helena, lo que desencadenaría unas consecuencias hasta ahora impredecibles. Por ello, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron ayer un encuentro bilateral para abordar la situación, mientras que Tsipras también se reunió con los principales partidos de la oposición para cerrar una alianza frente a las instituciones internacionales.
En París, los líderes de las dos principales potencias de la zona euro subrayaron que «la puerta sigue abierta a las negociaciones» con la nación mediterránea, según palabras de Merkel, quien habló por la mañana con el premier griego. Éste ratificó a la mandataria que en la cumbre de hoy presentará un nuevo plan de reformas. 
La dirigente germana insistió en que espera ofertas «precisas» para un programa a medio plazo que vuelva a colocar a Atenas en la senda del crecimiento. «Nos corre el tiempo. Valoraremos que esta semana estén sobre la mesa las propuestas», incidió.
En este mismo sentido, Hollande indicó que espera medidas «constructivas» de los griegos y opinó que el país heleno necesita soluciones a largo plazo. «No queda mucho tiempo», lamentó el mandatario galo, que se erigió como mediador entre las partes. Por ello, instó a Tsipras a presentar una serie de «propuestas creíbles», ya que, según agregó, existe una «urgencia» tanto para Grecia como para la UE.
El presidente francés subrayó que tanto él como Merkel toman «nota» del referéndum heleno y que lo respetan porque «Europa es democracia» y, al igual que su homóloga alemana, remarcó que «la puerta continúa abierta a discusiones». «Ahora le toca al Gobierno de Tsipras presentar planes creíbles para que esa voluntad de permanecer en la zona euro se traduzca con un programa duradero», remarcó.
Merkel, por su lado, explicó que los líderes comunitarios esperan un plan para que Grecia retome la senda de la «prosperidad». «Hace falta que cada país asuma su propia responsabilidad», aseveró, antes de advertir de que la reacción de los socios del euro a la consulta también debe ser escuchada. «Eso también es democracia», zanjó.
Entre tanto, Tsipras obtuvo el apoyo de la oposición para las futuras negociaciones de su Ejecutivo con los acreedores, después de un encuentro de más de siete horas entre el premier y los máximos dirigentes del resto de partidos políticos griegos, a excepción de Amanecer Dorado, que no estuvo invitado a la cita.
En una declaración emitida tras la cita, las formaciones relataron que «la absoluta prioridad es una recomposición de la liquidez del sistema financiero», dejando claro que el no del pueblo en las urnas no significa una ruptura con la UE. Además, los firmantes -entre los que tampoco figuraba el Partido Comunista, que no se sumó al acuerdo-, mencionaron como objetivos de las negociaciones un programa de desarrollo para bajar la tasa de desempleo, así como «reformas creíbles» con un reparto justo de las cargas.
De este modo, el gobernante Syriza y los bloques que secundaron el documento redactaron una serie de propuestas que será la que se presente hoy en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Bruselas.