Nada de vender galletitas. En los 40 años de historia del Grupo Scout San Miguel, ningún niño ha recorrido las casas, como en las películas, vendiendo pastas caseras. Los 130 integrantes de esta asociación juvenil dedican su tiempo libre a actividades más estimulantes. Y si muchas personas se sacudieran los estereotipos y prejuicios que tienen de los scouts, a buen seguro se acercarían a la plaza de San Miguel para interesarse por su labor educativa.
Este grupo de escultistas celebra su 40 aniversario. Y para conmemorar tan importante evento -nada desdeñable en los colectivos juveniles, donde a menudo el compromiso se acaba con la edad- están preparando multitud de actividades, tanto internas como abiertas a la ciudad. Una cena de hermandad y un viaje a Suiza para reunirse con scouts de todo el mundo son algunas de las primeras y mantienen conversaciones con la Concejalía de Juventud para organizar las segundas, que incluirán, entre otras cosas, un mercadillo solidario, juegos para niños o una exposición.
Soplar tantas velas exige mucho aire. Pero los Scouts San Miguel tienen fuelle para rato. Actualmente tienen 40 educandos de 8 a 11 años, otros tantos de 11 a 14 y, el resto, grupos de mayores, monitores y padres. Y es que, si algo tiene de particular el movimiento escultista, es que se hereda. «Yo entré en el año 96 y he sido educando desde los niveles más bajos. Ahora soy monitor», explica, como ejemplo, Jesús Aguado, el coordinador de monitores, que añade que muchos antiguos educandos traen ahora a sus hijos y siguen participando activamente en el grupo.
Pero scout no sólo se nace. También se hace. «Yo no fui scout de niña, pero vine en el 99 a hacer prácticas como monitora de tiempo libre y me enganché», añade Vanessa Cabeza, antigua coordinadora.
Este grupo se reúne cada sábado en su base de San Miguel, de 17,30 a 19,30 horas, y realiza actividades de toda clase y de carácter lúdico, pero siempre tratando de transmitir valores humanos, como el respeto al medio ambiente, la conciencia social o la responsabilidad.
Y es que, en este tiempo, los scouts han cambiado al ritmo de la propia sociedad, pero sin perder su esencia. «Ya no llevamos sombrero y pantalón corto, somos una asocación juvenil como cualquier otra, pero tratamos de educar en valores», comenta Vanessa. «Evoluciona la forma de transmitir la metodología: utilizamos las nuevas tecnologías, analizamos más los riesgos en las salidas al campo... Pero el trasfondo es el mismo», añade Jesús.
Al final, los niños logran muchos objetivos y se dan cuenta de ello por sí mismos. «Los padres también lo reconocen. No todos los niños son así de autónomos y responsables a la hora de recoger, ayudar en casa... ¡Nosotros no hemos visto nunca a un nini!», bromea Vanessa. El respaldo de los padres avala sus palabras. Y eso les augura, como poco, un futuro de 40 años más.
Festival nacional
El próximo 28 de abril, el Grupo Scout San Miguel representará a Castilla y León en el Festival Nacional de la Canción Scout de Zaragoza, tras ganar la fase regional con Rompe tus cadenas.
La Unidad de Escultas, de 14 a 17 años, es la creadora de este exitazo. «Les propuse hacer una canción para el festival de padres que hacemos en Navidad y gustó mucho la idea», explica su monitor, Jesús Aguado. Unos 60 palentinos acudirán a respaldar a los Escultas en este certamen, al que irán también los compañeros de otras provincias castellanoleonesas para animar y pasarlo bien. Porque ése es el espíritu de los scouts: buscar la amistad y disfrutar del compañerismo en cualquier actividad que se les ponga por delante.
Página web del grupo scout San Miguel.