Una imagen que tiene una gran historia

Marta Redondo
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la romería de la virgen del carmen reunió ayer a centenares de devotos para honrar a la patrona del valle de santullán

Con unas temperaturas más propias de otros lugares, y bajo un sol de justicia, se celebró ayer la romería en honor a la Virgen del Carmen, patrona del valle de Santullán, y cuyas fiestas se celebran durante estos días en Barruelo. 
El acto central de la jornada fue la misa al aire libre que se oficia  junto a la ermita de la patrona. Previamente, la imagen de la Señora, fue sacada en procesión precedida de las cruces procesionales de Vallejo, Villabellaco, Cillamayor, Salcedillo, Nava, Santa María de Nava, Valle, Revilla, Porquera, Barruelo y Matabuena. 
Una eucaristía oficiada por el párroco barruelano, Ángel Torices, y a la que asistieron la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el delegado de la Junta, Luis Domingo González; el procurador en las Cortes, Jesús Guerrero; además de varios diputados provinciales como Urbano Alonso y Miguel Ángel Blanco, que quisieron acompañar a la nueva Corporación barruelana presidida por Javier Calderón. Tampoco faltaron  las Damas y Caballeros de este año ni alcaldes de la zona como el de Brañosera, Jesús María Mediavilla, entre otros.
El párroco barruelano basó su homilía en las doce estampas de María. Habló de la Virgen como mujer, bajo las palabras de los profetas y  como madre. También como la María de la Comunidad, de la Humanidad y de la Iglesia. 
DE ROMA A BARRUELO. Además explicó la historia de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, que a muchos extraña que sea venerada tierra adentro. 
Así, recordó que la imagen de Nuestra Señora ubicada en el Santuario cercano a la pedanía de Santa María de Nava fue bendecida por el Papa Pío V en 1620 en Roma. El Pontífice tras nombrar al Obispo de Cádiz, le encomendó la talla para que fuera honrada por los devotos gaditanos.  
Sin embargo, en el Obispado de la ciudad andaluza, trabajaba un sastre llamado Eugenio Barón, que era natural de la pedanía barruelana de Villabellaco. Tras jubilarse, el Obispo gaditano le regaló la imagen de la Virgen del Carmen para que se la llevase a su tierra y se le rindiese culto, tal y como hizo.
«Aquí antes estaba la Virgen de Fuenpreñal, pero se había perdido un poco la devoción. Entonces se cambió por la Virgen del Carmen que se instaló en la primitiva ermita románica que fue haciéndose más grande al crecer la devoción por la nueva patrona», concretó el párroco. Obras de ampliación del templo que culminaron en el año 1900 con la construcción de la última bóveda y la sacristía.
En la celebración religiosa las Damas y Caballeros barruelanos ofrecieron un ramo de flores a la Virgen, y el nuevo regidor su bastón de mando. La talla de  Nuestra Señora del Carmen volvió a su ermita en procesión, y allí los devotos pudieron besar su escapulario. La jornada festiva terminó con una tirada de bolos y una disco-móvil.