Tres meses después de que los Puertos de Gijón y Avilés abrieran la puerta a la liquidación del Puerto Seco de Venta de Baños, la suspensión de la actividad logística en las instalaciones es un hecho.

Apenas queda nada de lo que hasta hace unas semanas había sido el primero Puerto Seco de la Región.

Inaugurado en 2003 por los presidentes de Castilla y León y de Asturias, nadie ha acudido a su despedida ahora.

Las campas vacías, las rampas de carga desmanteladas y los túneles de lavado a medio desmontar son signos más que evidentes de que la agonía del Puerto Seco de Venta de Baños ha llegado a su fin.

Nadie ha luchado por mantenerlo con vida. Ni los que se hicieron la foto en su inauguración hace algo más de una década, ni los que, una vez puesto en marcha, se llenaron la boca asegurando que el Puerto Seco de Venta de Baños era un referente en el mapa logístico nacional. Menos mal.

El Puerto Seco de Venta de Baños, avalado por las autoridades portuarias de Gijón y Avilés, el Grupo Suardíaz y la firma Pecovasa, dispone (o disponía) de una superficie de 215.000 metros cuadrados.

El espacio debía quedar estructurado en tres secciones, la primera destinada al sector del automóvil, con una superficie de 120.000 metros cuadrados y 12,5 millones de euros de inversión, cuya inauguración tuvo lugar en 2003.

Otra sección se debía destinar a almacén, mientras que la tercera tenía como prioridad albergar una terminal de contenedores.

Ninguna. Ni la segunda ni la tercera fase vieron nunca la luz, a pesar de que sí se promocionaban los servicios como tales en las plataformas digitales de los puertos asturianos, toda una paradoja,

Los impulsores del proyecto se marcaron 2004 como el año del despegue del Puerto Seco.

Confiaban en que ese año las instalaciones de Venta de Baños pudieran funcionar a pleno rendimiento. No fue así y ejercicio tras ejercicio la instalación acumuló pérdidas que han lastrado su funcionamiento.