Dicen los expertos que la nueva fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal Martínez-Pereda, que sustituye en el cargo a Eduardo Torres-Dulce, es una fiscal profesional y discreta. Se ha convertido en la primera mujer que llega a ser fiscal general del Estado. «No es de extrañar porque cuando comenzó su carrera no había más de media docena de mujeres dentro de la misma».

Quien realiza esta aseveración es uno de sus mejores amigos en Palencia porque en su larga y excelente trayectoria profesional, Consuelo Madrigal Martínez-Pereda también ejerció en la Fiscalía de la Audiencia Provincial con el cargo de teniente fiscal.

Fueron dos años de intenso y comprometido trabajo en Palencia, entre 1982 y 1984. Madrigal ejerció en la plaza palentina como teniente fiscal bajo la presidencia del Ministerio Público de David Royo Gómez, hasta que el Consejo de Ministros le nombró fiscal-jefe de la Audiencia Provincial de Zamora en noviembre de 1983.

CURIOSIDAD. A modo de curiosidad, Consuelo Madrigal ejerció como la máxima autoridad en la Fiscalía de Palencia de manera accidental hasta el nombramiento por parte del Consejo de Ministros de Jaime Gago Sevilla como nuevo fiscal-jefe de la Audiencia de Palencia en febrero de 1984, en sustitución precisamente de David Royo Gómez.

Entre sus trabajos más relevantes en Palencia, la nueva fiscal general del Estado inicio la tramitación como fiscal del conocido como el caso de Caja Rural. Y es que la Audiencia Provincial de Palencia acogió en su momento el juicio contra los ex directivos de la Caja Rural palentina por el que se sentaron en el banquillo de los acusados 13 procesados, cuatro de los cuales habían fallecido y a los que en conjunto se les reclamó inicialmente más de 9.000 millones de pesetas.

El inicio de este caso se remonta al año 1984 cuando una inspección del Banco de España detectó numerosas irregularidades en la gestión de la entidad financiera, fundamentalmente en lo relativo a avales y concesión de créditos por un importe superior a los 2.100 millones de pesetas.

ENÉRGICA. «Era una jovencita encantadora, pero enérgica y determinante en su trabajo. A modo de curiosidad puedo decir que durante su etapa como fiscal jefe accidental tras la marcha a Zamora del hasta ese momento máximo responsable de la Fiscalía de Palencia, David Royo Gómez, el Tribunal Supremo le indicó que no tramitara la Memoria anual y que se limitara sólo a confeccionar un simple informe, dado el escaso tiempo del que disponía, y no sólo realizó toda una Memoria completa sino que además fue felicitada por su brillante trabajo por el entonces teniente-fiscal del Tribunal Supremo, Cándido Conde Pumpido padre», comentaba a Diario Palentino un amigo personal y toda una institución en la Justicia palentina que prefiere permanecer en el anonimato para darle realce precisamente a la figura de Consuelo Madrigal.

Consuelo Madrigal cuenta con una experiencia dilatada como fiscal y sus compañeros de carrera destacan su «profesionalidad» e «intachable» trayectoria, durante la cual no se le conocen actuaciones polémicas. No está afiliada a ninguna asociación de fiscales.

«Tiene un trato exquisito, familiar y desde luego es muy valiosa en su trabajo. Su propuesta es una gran decisión», comentaban a este periódico.

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