Palencia vive una auténtica avalancha de solicitudes de asilo internacional por parte de inmigrantes que llegan al país y que alegan su condición de refugiados. En solo dos años, el volumen de peticiones de este tipo se ha disparado un 1.130% al pasar de las ocho peticiones cursadas en la Comisaría de Policía Nacional de la avenida de Simón Nieto a lo largo de 2016, a las 92 desde enero hasta septiembre de 2018, sin olvidar las 70 que se tramitaron a lo largo de 2017, según informaron a Diario Palentino fuentes oficiales consultadas.

Esta situación no solo afecta a Palencia sino que es una constante nacional. De hecho, el fenómeno ha alcanzado tal dimensión en este último trienio que el Gobierno central  ha tenido que contratar un centenar de funcionarios interinos para reforzar la Oficina de Asilo y Refugio. 

En lo que respecta a Palencia, la mayoría de peticionarios de asilo corresponde a unidades familiares completas procedentes especialmente de Venezuela y de Ucrania, dos países que actualmente sufren problemas económicos, sociales y políticos y que, particularmente en el caso del país europeo, se agrava con un conflicto bélico contra los separatistas prorrusos.

Por lo demás, colombianos, salvadoreños, peruanos, hondureños cameruneses y afganos completan el perfil de los solicitantes, aunque, en menor medida, y, lo que llama poderosamente la atención es que hay un escaso número de peticionarios procedentes de otras de las zonas más conflictivas del mundo como son Siria y Libia.

«Ahora mismo la situación por la que que atraviesa Venezuela, con una inestabilidad económica, social y política, ha provocado un éxodo masivo de población. A Palencia han llegado un buen número de familias que han solicitado el asilo internacional y lo mismo ocurre con otras homólogas  procedentes de Ucrania. Aunque ahora no se encuentra en el primer objetivo de la actualidad, no hay que olvidar que este país sufre desde hace años un conflicto bélico interno», apuntan las mismas fuentes consultadas.

El alto el fuego declarado por las FARC en Colombia también provocó la fuga de ciudadanos de este país que se concretado en la petición de asilo internacional, aunque en este caso su número ha ido remitiendo de forma paulatina.

Con respecto a El Salvador y Honduras, la presencia de las temidas maras, las bandas principalmente integradas por jóvenes dedicadas a la delincuencia y muy violentas, ha disparado también la salida de ciudadanos de ambos países.

SEIS MESES. Desde el punto de vista burocrático, los solicitantes de asilo no lo tienen fácil. En cualquier caso, una vez solicitado el asilo, el Gobierno les concede a los peticionarios una tarjeta de residencia (conocida por tarjeta roja) por espacio de seis meses, renovable por el mismo período, hasta que el Ministerio del Interior resuelve sus expedientes, que puede durar hasta años en algunos casos. En la tarjeta roja se asigna un número de NIE, sin embargo esto no significa que el asilo ha sido concedido definitivamente. Con este documento se podrá solicitar a su vez la tarjeta sanitaria, podrá actuar jurídicamente en España, abrir una cuenta de banco y trabajar una vez efectuada la primera renovación. 

«El asilo y refugio en España es un trámite que demanda tiempo para su resolución definitiva, sin embargo ofrece la seguridad y bienestar para quienes lo solicitan», explican las fuentes oficiales consultadas por DP.