Un lazo negro en cada solapa

O. H.
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El luto por dos agentes fallecidos esta semana ensombrece la fiesta de la Policía Local

La festividad del Santo Ángel de la Guarda superó ayer en la capital lo meramente policial e institucional para convertirse en un homenaje a los agentes fallecidos y, especialmente al policía Ángel Miguel Torres Conde y al oficial Javier Pariente Morate, desaparecidos esta misma semana (fuera de servicio). Fue una celebración distinta de la fiesta del Cuartel.La revista por parte del alcalde, Alfonso Polanco, y los discursos de éste y del inspector jefe de la Policía Local, Alfredo Herrero Cisneros, se realizaron en el gimnasio del cuartel con la mitad de los efectivos del cuerpo en formación (con lazos negros en las solapas) tras dos sillas en las que reposaban sendas fotos de los agentes fallecidos así como sus dos gorras de plato. Herrero Cisneros, que cambió el discurso preparado por el devenir de sus acontecimientos, sólo tuvo palabras de apoyo a sus familiares así como de reconocimiento para ellos.