El Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes ultima los preparativos  de la úndecima edición  de la exposición El Belén, sus personajes y sus símbolos que, dedicada a la música y a la alegría de la celebración, incluye casi 1.100 belenes entre los que se incorporan piezas de los siglos XVIII y XIX con las que se completan algunas lagunas de la muestra, y la mula y el buey más antiguos de la colección de belenes del mundo.

El comisario de la exposición, Enrique Gómez, avanza a Ical que la inauguración tendrá lugar los primeros días de diciembre, en una fecha que todavía está por cerrar y se llevará a cabo en el transcurso de un sencillo acto, lejos de la pompa con que hace dos años abrió la muestra la fallecida duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, junto a su esposo, el palentino Alfonso Díez.

Gómez explica que lleva trabajando con las hermanas clarisas del convento de Carrión de los Condes desde el mes de septiembre en el montaje de la muestra, que junto a las piezas de los siglos XVIII y XIX aporta como novedad este año belenes llegados de países exóticos que no son católicos como Azerbaiyán, Malaui o Nigeria y que todavía no contaban con representación.

Serán 95 los nuevos conjuntos que se podrán ver en esta ocasión en la muestra que se sumarán a los casi 1.000 que se mantienen de forma permanente después de que el año pasado se llevara a cabo una selección entre los 1.600 que atesoran las religiosas.

Estas incorporaciones podrán verse en la vitrina dedicada a las novedades, mientras que el resto de conjuntos se distribuirá por las dependencias del Monasterio repartidas según su continente de origen.

Los conjuntos llegan hasta el Monasterio por varias vías. Una de las más comunes es mediante donaciones o regalos a las monjas por personas que viajan por el mundo y se hacen con belenes exóticos bien por su origen bien por el material con el que están elaborados. Además, las Clarisas cuentan con un colaborador que es un «buscador incansable», describe Gómez, que adquiere piezas singulares que son pagadas por donantes para que de esta manera lleguen al convento sin coste alguno para las monjas. La otra vía habitual es la compra de conjuntos concretos, buscados para completar los huecos que presenta la colección en ferias de belenes por asociaciones belenistas que también los hacen llegar a las Clarisas sin que tengan que desembolsar ningún dinero.

Enrique Gómez apunta que, pese al amplio número de conjuntos que conforma la colección, todavía está incompleta. Los últimos esfuerzos de los buscadores de belenes se centra en tratar de cerrar huecos. Uno de los que se está completando es el que se refiere a artesanos españoles de los siglos XX y XXI de los que no hay representación, frente a los italianos que sí que están presentes en la exposición. El toledano José Luis Mayo, Creaciones Tula (Pamplona) o el granadino Jesús Jiménez Mariscal, «todos ellos con estética muy interesante», puntualiza, son algunos de la amplia nómina de creadores de este periodo con interés para la muestra. El comisario de esta anuncia que las Clarisas ya cuentan con alguno de ellos, pero no se podrán ver en esta edición porque su adquisición se realizó después de que el catálogo estuviera cerrado. Eso sí, tendrán un especial protagonismo en la muestra que se monte el próximo año.

La exposición recibe  más de 8.000 visitantes procedentes de todos los puntos del país, en su mayoría de Castilla y León, Cantabria, Asturias, Galicia, Madrid o el País Vasco, pero también de fuera de las fronteras nacionales, principalmente peregrinos del Camino de Santiago.

La muestra organizada por las Clarisas de Carrión de los Condes, está comisariada además de por Enrique Gómez Pérez por Juan Carlos Sánchez, y cuenta con el patrocinio del Obispado, la Diputación y el Ayuntamiento carrionés.