Con optimismo y con la satisfacción de haber cerrado la temporada por encima de las previsiones iniciales. Así se puede resumir la temporada de caza menor que acaba de concluir en la provincia y que parece ha cumplido con las expectativas marcadas por los profesionales a su inicio.

«Evidentemente no podemos hablar de una gran temporada, pero estamos contentos porque hemos salido al campo, nos hemos divertido con moderación y hemos logrado navegar por estas aguas tan turbulentas que a veces nos pintan tan mal y en las que nos someten a ciertas presiones por parte de algunos colectivos», apunta el delegado de la Federación de caza de Castilla y León en Palencia, José de Luis.

Explica que, evidentemente, la situación que vive el campo hoy en día difiere mucho de la de hace unos años, «pero hay que hacer frente a las circunstancias que nos rodean y saber sacar provecho de lo que tenemos».

De Luis resume que la caza del conejo ha sido «abundante en algunas zonas», como pudiera ser el caso del Cerrato palentino, mientras que en otras comarcas «las epidemias han hecho estragos».

Por su parte, la perdiz ha respondido como se esperaba. «En términos generales se ha cazado con arreglo a los cupos establecidos, que se han situado en torno a las dos o tres piezas por cazador y día», apunta. El delegado de caza añade que «estos días podían verse algunos ejemplares emparejados, lo que significa que está comenzando el ciclo de desarrollo». «Evidentemente es prematuro decir si eso será bueno o malo de cara a la próxima temporada, pero lo que si se puede afirmar es que hay materia prima y eso es bueno», destaca.

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