Por primera vez en lo que va de temporada, ningún equipo palentino de Tercera o Primera Regional ganó. El trece, el número de jornadas en Tercera, hizo de las suyas.

El Deportivo, plagado de numerosas y notables ausencias, salvó el duro trámite del sorprendente Tordesillas (diez jornadas sin perder). Dos vez se pusieron por delante los vallisoletanos y otras tantas equilibró el marcador el Dépor, gracias a Cabezudo (que por unas u otras causas todavía no ha dado su real nivel) y el chaval César Simón, una de las perlas del fútbol provincial, que junto a Diego Torres (al que le volvieron a anular por enésima vez un discutido gol) puede aprender mucho del difícil oficio de delantero. Las bajas se están cebando con los morados y es de esperar que cuando recupere a todos sus efectivos vuelva a ofrecer ese fútbol vistoso y alegre de comienzo de temporada.

El Becerril tropezó ante el colista, un Simancas atrevido y valiente que no demostró tal condición. Los morados tienen licencia para fallar.  No siempre puede estar a su mejor nivel y menos con las lesiones que están sufriendo. Además, los rivales le miran de otra forma, como un grande.

Danisa Cristo Atlético sigue en una situación complicada. El efectoToño Marcos ha dado paso en las últimas jornadas a la cruda realidad de la clasificación general que le coloca en puesto de descenso una vez sobrepasado el primer tercio liguero. El equipo morado debe ahora demostrar su personalidad, porque conviven con la peor de las presiones, la de estar abajo.

En la Primera Regional, derrota del Plásticos Magonsa que, por primera vez, pierde posiciones de ascenso directo a Tercera, con un partido menos jugado. Tampoco es para que se enciendan las alarmas. Si fallas un penalti, regalas otro al rival, te quedas con diez jugadores en una desafortunada acción y te metes un gol en propia puerta, lo lógico es perder. Y así fue.