Amenazó a la profesora tras la revisión de un examen de su hija

ALBERTO ABASCAL
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El titular del Juzgado de Instrucción Número 7 ha condenado al padre a una multa de 120 euros como autor de un delito leve · La docente denunció los hechos ante la Policía Nacional

El Juzgado de Instrucción Número 7 ha condenado al padre de una alumna a la pena de 120 euros de multa como autor responsable de un delito leve de amenazas  por la denuncia interpuesta ante la Policía Nacional por la profesora de un Instituto de Palencia, como consecuencia de las amenazas sufridas por esta durante la revisión de un examen de la hija de aquel en la convocatoria de septiembre.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Diario Palentino y que, en un principio, es firme por cuanto no se ha anunciado el correspondiente recurso de apelación ante la Audiencia Provincial por parte del condenado,  considera como hechos probados que el día 4 de septiembre de 2015 el padre acompañó a su hija, estudiante de segundo de Bachillerato, al Instituto capitalino donde estudia al objeto de asistir a una reunión para la revisión de un examen con la profesora de dicho centro, M.R.F.Z.P.

Al finalizar la reunión, el padre de la alumna se dirigió a la profesora diciéndole «mira esta cara, que las vas a pasar putas», al tiempo que se señalaba con el dedo su propia cara. Durante la vista oral, la profesora denunciante mantuvo en su declaración el relato  efectuado en la Comisaría de Policía Nacional, aunque el juez mantiene que hay aspectos no suficientemente aclarados como la intervención posterior del director del Instituto o la manifestación de conformidad de la alumna con la nota que obtuvo tras la revisión de su examen.  En cualquier caso, el juez considera «creíble» la declaración de la profesora al tener en cuenta que la denuncia se formuló poco más de una hora después de producirse el incidente, es decir, cuando todavía estaba reciente el incidente.

Asimismo, resultó «decisivo» para el juez el testimonio aportado por una compañera del centro, quien aseguró que se encontró con la denunciante poco después de suceder los hechos, «viéndola agitada, contándola lo que le acababa de suceder».

CSI·F  ACONSEJA DENUNCIAR. Para Javier Tejerina, presidente de la sección provincial de Educación del sindicato CSI.F, sindicato al que está afiliada la docente denunciante y que ha sido defendida por el abogado del mismo, Carlos Redondo Lacorte,  «nuestra obligación no sólo debe enfocarse en animar al colectivo docente a denunciar estos hechos cuando se producen. El Gobierno regional, a través de las distintas Direcciones Provinciales de Educación, debe poner todos los instrumentos a su alcance para facilitar el que los profesores puedan dar este paso». «Este tipo de hechos no deben quedar impunes e incluso cuando no haya testigos directos en el momento; por eso, desde CSI.F animamos a todos los docentes que se puedan encontrar en esta situación a que no duden en denunciarlo aunque no tengan apoyos o se encuentren solos en esos momentos».

Por su parte, la profesora que denunció estos hechos y que quiere que permanezcan en el anonimato ella y el centro educativo donde ejerce, en declaraciones a Diario Palentino, mostró su satisfacción por la sentencia dictada.

«Es una situación semejante a los casos de violencia de género y te sientes desamparada y desprotegida. Sin embargo, con esta resolución puedo decir que hoy hemos ganado todos los profesores», subrayó la docente.

La profesora señaló además que a lo largo de su vida profesional no se había encontrado en una situación semejante, aunque con el dictamen del juez se siente más aliviada.

 

EL ANTECEDENTE

Que la comunidad docente denuncie más ante los tribunales de Justicia cualquier atisbo de agresión, vejación o acoso, es lo que en definitiva persigue la Ley de Autoridad del Profesorado, de reciente implantación, que entre otras cosas reconoce al profesor como autoridad pública en el ámbito penal, uno de los grandes retos que siempre persiguió  la sección de Enseñanza del sindicato CSI·F para erradicar comportamientos que aun siendo aislados provocan desasosiego y preocupación en el sector.

De hecho, como ejemplo, a comienzos de 2014 el titular del Juzgado de Instrucción Número 5 de Palencia condenó al padre de una alumna de un centro escolar de la capital palentina a una multa de 120 euros como autor responsable de una falta de injurias y vejaciones (humillar y maltratar moralmente a alguien) al director del centro educativo.  La sentencia, que fue ratificada después por la Audiencia Provincial, consideró como hechos probados que sobre las 14,10 horas del 4 de octubre de 2013 el denunciado entró en el colegio «muy alterado y enfadado» por el trato que habían dado a su hija y que él consideraba incorrecto. Posteriormente, el denunciado se encaró con el director y empezó a proferir, «a grandes voces y de manera desaforada y agresiva», expresiones como  «os vais a enterar, estoy harto de este puto colegio, …no tienes ni puta idea…».

Estos hechos fueron presenciados por algunos profesores, alumnos y padres, según la resolución.