Contra las cuerdas

SPC
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El exabogado de Trump Michael Cohen se entrega al FBI y acusa al presidente de financiación ilegal, mientras que el republicano le recrimina «inventarse historias» para rebajar su condena

El presidente estadounidense, Donald Trump, sufrió el pasado martes un doble revés debido a que dos de sus antiguos asesores se enfrentan a cargos de prisión, algo que con toda probabilidad puede afectar a las perspectivas republicanas en las elecciones al Congreso y Senado de noviembre y ampliar la investigación penal que está eclipsando su presidencia. 

 El que fuera abogado personal del mandatario norteamericano, Michael Cohen, se presentó ante las oficinas del FBI de Nueva York para declararse culpable de delitos de financiación ilícita durante la campaña y en los que además añadió que Trump estaba involucrado. Este abogado también testificó que el líder estadounidense le instó a cometer un delito al acordar pagos para silenciar a dos mujeres que decían haber tenido un affair con el magnate antes de las elecciones presidenciales de 2016. 

Ante estas acusaciones, el presidente de EEUU intentó ayer marcar distancias y aseguró que su antiguo colaborador se ha «inventado historias», a la vez que añadía que «si alguien está buscando un buen abogado, le recomendaría fervientemente no contratar los servicios de Michael Cohen».