Los 'Sancebrianes'

Juanma de Saá (ICAL)
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Vecinos de San Cebrián de Mudá, San Cebrián de Campos (Palencia) y San Cebrián de Mazote (Valladolid) se reunieron en la localidad zamorana de San Cebrián de Castro para fomentar las relaciones entre estas cuatro localidades de Castilla y León

Los alcaldes de San Cebrián de Mudá, San Cebrián de Mazote y San Cebrián de Campos. - Foto: Ical

 

Vecinos de los municipios de San Cebrián de Mudá, San Cebrián de Campos (Palencia) y San Cebrián de Mazote (Valladolid) se reunieron el sábado en la localidad zamorana de San Cebrián de Castro para participar en la cuarta edición de los Sancebrianes, jornada festiva y lúdica creada para fomentar las relaciones entre estas cuatro localidades de Castilla y León que comparten el nombre, aunque con distinto apellido, y para reivindicar que «en los pueblos hay vida», tal y como aseguró a la Agencia Ical la alcaldesa de San Cebrián de Campos, Marta Martínez, que si bien no pudo asistir personalmente al acto, no dudó en descatar su importancia. 
«Hemos querido reunirnos unos cuantos pueblos con características comunes, que no pasamos de 500 habitantes y que compartimos modos de vida. Estamos aquí para vivir, trabajar, y reivindicar el mundo rural», concluyó.
La original iniciativa completa así la primera ronda por los cuatro municipios, después de comenzar en 2008 y con la única interrupción registrada el año pasado. «Es una buena ocasión para intercambiar experiencias, compartir proyectos que funcionan en otras zonas de la Comunidad Autónoma y darnos a conocer unos a otros, con el efecto que ello conlleva en un mundo como el actual», indicó el alcalde de San Cebrián de Castro, Francisco Javier Aguado. 
«Nuestro pueblo tiene algunas peculiaridades como, por ejemplo, no tener déficit, que no es poco en una época como la que atravesamos. Es una localidad eminentemente agrícola y ganadera y con mucha vida y mucho que ofrecer», aseguró, sin olvidar la alusión a las conocidas ruinas del Castillo de Castrotorafe.
En ese apartado, el regidor de San Cebrián de Castro aprovechó para expresar su deseo de que el uno por ciento cultural, que podría convertirse en el uno y medio, si prospera la proposición de la ministra Ana Pastor, «repercuta de una vez por todas en la recuperación de monumentos nacionales como el Castillo de Castrotorafe».
La jornada festiva comenzó a las 13,30 horas, con una recepción a las autoridades de cada una de las localidades representadas, seguida de un recorrido por el municipio, la entrega de una placa conmemorativa a cada alcalde y una comida de comunidad con el pollo guisado como plato estrella. A las 20,30 horas está prevista la actuación de un grupo de música tradicional. 
«La iniciativa viene desde hace cinco años, ya que el año pasado se aplazó», explicó el alcalde de San Cebrián de Mazote (Valladolid), Desiderio Pérez. «Es muy interesante porque nos ha puesto en contacto a los cuatro que compartimos nombre en Castilla y León y que, prácticamente, no habíamos oído hablar unos de otros. Ahora sabemos dónde están ubicados nuestros pueblos y es forma estupenda de potenciar la relación», dijo. «Esto nos ha abierto una puerta para que en los actos culturales que organicemos figuremos todos, cada uno con sus peculiaridades», agregó, haciendo especial hincapié en el grupo de danza de paloteo de la localidad. 
El alcalde de San Cebrián de Mazote destacó el «mérito» de una localidad con poco más de 150 habitantes de contar con una agrupación de ese tipo. «Todo hay que hacerlo con sacrificio y moverse mucho para juntar gente porque andamos escasos en la mayoría de estos pueblos», señaló.
Un ejemplo. San Cebrián de Mudá (Palencia) acogió en 2008 la primera edición de la reunión de Sancebrianes, original celebración que se sumó a la todavía más original concepción del desarrollo rural que aplica la localidad, no en vano ha alcanzado relevancia internacional con la creación de la Reserva del Bisonte Europeo, en la viven en libertad catorce ejemplares; dos nacidos en la montaña palentina, siete de Polonia, cinco de Holanda y uno de Bélgica. 
«Siempre fuimos mineros de carbón pero en 1990 nos guillotinaron esa posibilidad y empezó la despoblación, el envejecimiento y la nulidad de ideas para seguir trabajando en nuestro pueblo. Por eso nos juntamos, para ver cómo cambiábamos el modelo socioeconómico», explicó el alcalde de esta localidad ubicada al pie de la cordillera cantábrica, Jesús González. 
«Empezamos a organizar este encuentro porque entendíamos que, a pesar de los nombres, nos unía el nombre y la problemática de la despoblación. Hoy, con las nuevas ideas que estamos desarrollando nos acercamos a los 200 habitantes en los cinco núcleos de población y hay esperanza para el territorio», anotó.
Desde que empezó a gestarse la idea de introducir el bisonte en la zona, San Cebrián de Mudá ha ganado muchos enteros por lo que al desarrollo rural se refiere. «Los bisontes son un atractivo de primera magnitud, nos han vuelto a poner en el candelero y hemos alcanzado cierto protagonismo y a ser referencia en desarrollo rural», insistió. 
«Empezamos a darnos cuenta de que somos gestores, a diferencia de la gente de la ciudad y buscamos un modelo basado en la economía de subsistencia pero con nuevas tecnologías. A partir de 2000 recuperamos habitantes, tenemos una decena de niños y comenzamos a hacer homenajes a quienes nacían aquí», dijo. «Hicimos una senda en la que volvíamos a mencionar para qué se utilizaban los robles y los avellanos, para qué se utiliza cada planta, construimos un telar, un mirador de las estrellas, recuperando un antiguo edifico minero, lo que es valorar el pueblo y recuperar el arraigo».
Por su parte, también en la provincia de Palencia, el municipio de San Cebrián de Campos se presenta como un buen ejemplo de que es posible mantener la población y luchar contra el fenómeno que hace que el campo de Castilla y León se vaya quedando sin gente desde hace décadas. 
«Tenemos cerca de 500 habitantes y, afortunadamente, queda bastante población joven y niños. Hemos mantenido la población en parte por la Fundación San Cebrián, que atiende a personas con discapacidad intelectual desde hace 30 años, lo que ha facilitado el trabajo de la mujer, por ejemplo», expuso la alcaldesa, Marta Martínez. 
«Los agricultores se quedan, como nuestra generación, y hay gente que se ha animado a venir, así que confiamos en que las cosas sigan mejorando», apuntó.