Unos 1.000 palentinos quisieron ayer mostrar su apoyo a la Asociación Palentina de Parkinson (Asppar) de una forma muy saludable;haciendo deporte. Por eso, a las 11,30 horas de la mañana corredores, andarines y patinadores esperaban con ganas la salida de esta prueba deportiva de cuatro kilómetros que se desarrolló por el centro de la capital.

En parejas, con amigos, acompañados por la familia o en solitario esta marea rosa (por el color de la camiseta que recibieron los asistentes al recoger su dorsal) recorrió el Parque del Salón, la Calle Mayor, Barrio y Mier, Juan de Castilla y plaza de la Inmaculada en la tercer edición de esta prueba que cada vez involucra a más gente. «En esta ocasión el número de deportistas es similar al del año pasado, pero lo que sí ha aumentado es el número de personas que han colaborado. Bien inscribiéndose pero no participando, dado que hoy hay otras pruebas deportivas como la que se celebra en Paredes de Nava o las que tienen lugar en Madrid, o bien a través de la Fila 0 donde se ha notado un aumento de aportaciones considerable», explica Alberto Antolín, miembro de la organización y del club Triatlón Astudillo, que ha puesto toda su experiencia y conocimiento en la organización de carreras deportivas al servicio de Asppar.

emocionados. Tras la carrera, el Parque del Salón se convirtió en una fiesta al aire libre. Allí se vivieron momentos realmente emotivos, sobre todo, con la llegada del último andarín. Jesús, enfermo de Parkinson, con sus muletas y después de 50 minutos de caminata entró solo en la meta acompañado del aplauso y los gritos de ánimo de las centenares de personas que todavía estaban en el Parque del Salón. Esta reacción provocó que se emocionará y ese sentimiento se trasladará a muchos de los que contemplaban su llegada, demostrando que lo importante es participar.

A continuación, se procedió a la entrega de premios y reconocimientos a los ganadores de cada categoría: Eduardo Esteban y Leire Fraile (12’46’’ y 16,30’’, respectivamente).

También hubo premios para los clubes de corredores y andarines más numerosos y para la familia con más miembros participantes, que recayó en los Sernas. El corredor, patinadora y andarín más joven, este último con tan solo ocho días también recibieron su reconocimiento.