'El Rosario del Dolor', primera Procesión en finalizar su recorrido

O. H.
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La 'Vera Cruz' y la Orden de los Dominicos renuevan sus vínculos de concordia con motivo de los 800 años de los Predicadores · La talla de la Virgen salió del Monasterio de La Piedad

El ‘Santísimo Cristo de la Vera Cruz’ se cruza con su madre ‘Nuestra Señora del Dolor’ a los pies de un Cristo del Otero de verde ‘Vera Cruz’ - Foto: sara muniosguren

Los Dominicos y la ‘Vera Cruz’ renovaron su Acuerdo de Concordia.
Los Dominicos y la ‘Vera Cruz’ renovaron su Acuerdo de Concordia. - Foto: sara muniosguren

• El desfile alcanzó el ‘Otero’ a las 20,25 horas. Allí, el ‘Cristo de la Vera Cruz’ y ‘Nuestra Señora del Dolor’ cruzaron su mirada ante la escultura de Victorio Macho y las cámaras de ‘CyLTV’.

 
La vencida no llegó a la tercera, pero sí a la cuarta. La Procesión del Santo Rosario de Dolor fue la primera de esta Semana Santa de Palencia en 2016 que pudo culminar su recorrido, alcanzando la base del Cristo del Otero, donde las tallas del Santísimo Cristo de la Vera Cruz (anónimo, S. XV) y Nuestra Señora del Dolor (anónimo, S. XIX) cruzaron la mirada bajo la pétrea protección del Cristo de Victorio Macho.
Pero antes de que comenzara la procesión en sí ya había mucho que contar. Porque la Cofradía de la Vera Cruz de Palencia y la Orden de los Predicadores Dominicos volvieron a rubricar el Acuerdo de Concordia entre los cofrades y los frailes. Una firma entre dos viejos amigos. «Sí, es verdad, pero hay que cumplir el protocolo. Ratificamos nuestra vinculación con los Dominicos», señalaba el hermano mayor de la Vera Cruz, Gonzalo Mínguez.
Una unión que viene de lejos, como se leyó en el acta. En concreto del 17 de septiembre de 1587, cuando el Maestro General de la Orden Fr. Sixto Fabri Lucerini, O.P., concedió lo que se conoce como Carta de hermandad entre la Cofradía de la Vera Cruz y toda la Orden de Frailes Predicadores, usando estas palabras: «Nos place igualmente que seáis amigos y bienhechores de la misma Orden. Os incluimos e incorporamos de tal modo a la Orden […] Os recibimos y admitimos en la vida y en la muerte, en la vida presente y en la eterna». 
Ambas organizaciones quisieron remarcar esta misma amistad, ya ratificada en 2005 con la entrega a la Vera Cruz de la distinción de «venerable y Dominicana», con un nuevo acuerdo, coincidiendo con el 800 aniversario de la Orden de los Dominicos.
Fue en la iglesia de San Pablo donde se leyó el acta de renovación, que fue firmada por el P. Prior, Fr. Luis Rodríguez Martínez, O.P. y el Hermano Mayor de la Cofradía de la Vera Cruz de Palencia.
Hasta en la lectura del acta de  renovación los dos colectivos estuvieron a partir un piñón. El texto recibió la voz de la vicesecretaria de la Cofradía de la Vera Cruz, Carmen Fernández, y del subprior del convento de San Pablo, Luis Miguel García Palacios. Ambas colectivos se prometieron colaboración en todos su actos, para «honrar a los que nos precedieron»  y «ser ejemplo» para las generaciones venideras.
Esta celebración fue también la razón por la que la talla de Nuestra Señora del Dolor no comenzó la procesión, como es habitual, en la sede de la Cofradía de la Vera Cruz. Lo hizo desde suelo dominico. Desde el Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad,  donde reside el resto del año ya que es propiedad de las monjas de clausura.
Alas 17,57 horas, tras el toque de tararú, la imagen fue tomada  por los cofrades y trasladada hasta la vecina iglesia conventual de San Pablo, donde, se desarrolló la firma del acuerdo. Allí le esperaba la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, que tras el acto protocolario de la firma entre la cofradía y los frailes se incorporó a la procesión por delante de su madre, camino del Cristo del Otero.
Con la tranquilidad que podía ofrecer un cielo sin apenas nubes,  el desfile procesional arrancó a las 18,15 horas, con la Marcha Real a la salida del Cristo por el lateral de San Pablo. Primera parada, la iglesia de Santa María Estela. En el camino, el escollo del paso subterráneo de la avenida de Santander y Jardinillos, donde los cargadores bajan las tallas para no dañarlas con el techo del túnel. 
En Santa María Estela se rezaron los dos primeros misterios del Rosario del Dolor dirigidos por el párroco de la iglesia, mientras que una feligresa de San Ignacio y Santa Inés fue la encargada de encabezar el rezo en la iglesia del barrio del Cristo. A partir de ahí, y con la luz solar ya desaparecida, comenzó el verdadero ascenso hasta el Otero. Con la banda a doble paso, los cofrades aceleraron el ritmo para tratar de adelantar la finalización de la procesión ante el temor de que llegara la lluvia. Se encendieron las velas mientras, en lo alto del cerro, la estatua de Victorio Macho se iluminaba un año más de verde.  
A las 20,25 horas las dos imágenes llegaron a la puerta de la ermita del Cristo y se vieron frente a frente, el momento más emotivo de toda la procesión, que fue seguido del rezo del quinto misterio del Rosario y las letanías, dirigidas por el subprior de los Dominicos y televisadas por CyLTV para toda Castilla y León.
Diez minutos después los cofrades comenzaron el complicado descenso, solo iluminados por las velas en el tramo inicial, para llegar de vuelta a San Pablo a eso de las  22,50  horas. Cuatro personas -dos de ellas cofrades- fueron atendidas durante el recorrido por Protección Civil, por lipotimia, un tropiezo, una lesión de rodilla y un mareo.