Los hospitales de Castilla y León colocan cada año entre 5.000 y 6.000 prótesis, fundamentalmente de cadera y de rodilla, y ahora la durabilidad de estas autoplastias se posiciona como uno de los principales retos para el colectivo. Sin embargo, el número de intervenciones es muy difícil de conocer con exactitud dada la carencia de un registro nacional de prótesis que reclaman los profesionales “para hacer un seguimiento absoluto” y que hoy han pedido nuevamente durante la celebración en Valladolid del Congreso Nacional de Cirugía Ortopédica y Traumatología.

El doctor García Alonso, presidente del comité organizador del congreso y jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Río Hortega de Valladolid, recordó en declaraciones recogidas por Ical que este registro ya existe en otros países como Inglaterra, Escocia o Estados Unidos. “Hemos puesto en marcha en Castilla y León un registro sobre fracturas de cadera” y ahora la “asignatura pendiente” es llevar adelante ese registro nacional, insistió.

El ámbito de la traumatología ha experimentado importantes avances en los últimos años “como en la telefonía móvil”, ya que la tecnología se ha trasladado a la cirugía ortopédica. Actualmente también se dispone de la cirugía robótica que está “emergiendo con mucha fuerza” o la impresión 3D en la que Castilla y León fue una Comunidad “pionera”, una tecnología que permite la impresión de la pieza necesaria.

El doctor García Alonso apostilló que se trata de piezas “personalizadas” porque esta tecnología ha permitido el desarrollo de prótesis que permitan la cirugía “en una determinada persona con una determinadas características”, algo que ya se está llevando a cabo tanto en el hospital Clínico como en el Río Hortega de Valladolid, donde se colocan unas mil prótesis de rodilla al año y otras tantas de cadera. “En muy pocos años, prácticamente la población de Valladolid, en un gran porcentaje, tendrá una parte mecánica en su organismo”, auguró el jefe del Servicio de Traumatología.

Con estos avances, uno de los principales retos que se persigue es la durabilidad, de manera que, además del buen resultado clínico que ya se está alcanzando, la prótesis se prolongue “todo el periodo de vida del paciente” y no sea necesario “hacer recambios como hasta hace unos años”, con una durabilidad aproximada de 25 años. “Es una cifra ya muy aceptable”, reconoció.

Todos estos aspectos se pondrán sobre la mesa en el Congreso Nacional de Cirugía Ortopédica y Traumatología que se celebra en Valladolid con la asistencia de más de 2.000 profesionales llegados de España y de otros países tanto europeos como latinoamericanos. El congreso, según explicó el presidente del comité organizador, se desarrollara en tres vertientes: de formación para los nuevos especialistas; de reciclaje para las personas que quieran mejorar su nivel de conocimientos; y las mesas de controversia, con los avances que se están alcanzando.