«El dibujo y la pintura han sido desde mi niñez una especie de obsesión íntima»

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Germán López Bravo. Pintor

«El dibujo y la pintura han sido desde mi niñez una especie de obsesión íntima»

La comarca del Cerrato se deja ver en gran parte de sus colecciones. El paisaje cerrateño se perfila en esta y en anteriores ocasiones como su principal protagonista, ya que diversas raíces le unen con esta tierra. Aunque bilbaíno de nacimiento, su procedencia tanto por vía materna como paterna y su enlace matrimonial se centran en esta comarca. Un horizonte cautivador que no le deja otra opción que plasmarlo en lienzos.

Algunas pinceladas sobre los lugares donde sus obras son acogidas...

Ya en Palencia mostré en junio una exposición colectiva sobre el Arte Taurino en Palencia, en la Sala de Exposiciones de la Caja Laboral. Este año también he expuesto en Bilbao, en el restaurante Hostaria Marchese del Porto y en Arrigorriaga (Vizcaya), en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento.

Con anterioridad he expuesto una colección de óleos bajo el nombre de Luces y sombras en Vitoria. También lo hice en Castro Urdiales (Cantabria) con mi obra titulada Pinceladas.

Y en el Museo del Cerrato Castellano, en Baltanás, donde mostré la exposición Del verde al amarillo.

¿Cuál es el motivo por el que dio ese título al conjunto de su obra?

Esta colección que se compone de 19 óleos, la he titulado Colores-El Cerrato y algo más.

El título tiene su porqué. Los paisajes cerrateños o municipios como Valdecañas de Cerrato y Baltanás están presentes en un porcentaje elevado de las obras expuestas.

Junto a ellas, también se exponen paisajes del norte y del área de Chicago, ciudad que suelo visitar con asiduidad.

¿Dónde y cuándo la veremos?

La exposición es en la Sala Don Sancho de la Diputación Provincial, situada en la calle Don Sancho.

Las fechas en las cuales se pueden visualizar es desde el próximo 9 al 31 de agosto, parte de las cuales coincidirán con las fiestas patronales de San Antolín.

 Y después de la Sala Don Sancho, expondré en Baltanás, en la Casa de Cultura, durante las fiestas patronales de la Virgen de Revilla.

Desde el 20 al 29 de septiembre, lo haré en Ermua (Vizcaya), en el Centro de Exposiciones y Congresos Palacio Lobiano.

Háblenos de la temática de estas obras.

En esta ocasión y en otras, los temas que pinto son paisajes. En muchos casos, el protagonista principal es la comarca del Cerrato, una zona con unos matices de color que me incitan a pintarlos.

En definitiva, es el paisaje el medio principal que hace que me desarrolle artísticamente ante un lienzo.

¿En qué y dónde se inspira cuando lo realiza?

Mis pinturas quieren reflejar precisamente esa luminosidad, un cierto optimismo y una forma de integrarme en esos parajes cerrateños, de donde procedo por vía materna, (Valdecañas de Cerrato) y paterna, (Antigüedad) y (Hontoria de Cerrato).

Otros municipios con los que tengo vinculación son Cevico Navero y Villaconancio.

Además, me casé hace ya algunos años en Baltanás, en la ermita de la Virgen de Revilla, con una baltanasiega de pura cepa. Los vínculos que tengo con esta tierra son varios.

Por todo ello, me gusta definirme como un cerrateño nacido en Bilbao hace 65 años. La inspiración me suele llegar tras un proceso de adaptación a un medio.

En este sentido es el medio el que me anima a pintar principalmente los paisajes norteños y castellanos.

¿Cuántos años lleva dedicados a la pintura? ¿La considera un oficio o una afición para el tiempo libre?

El dibujo y la pintura han sido desde mi niñez una especie de obsesión íntima, que con el paso del tiempo, la fui haciendo semipública, y la compartí con mis familiares y amigos. Posteriormente, lo que empezó siendo una afición, pasó a transformarse en una devoción y obligación. Sentía la necesidad de pintar y plasmar lo que veía.

En un momento determinado, hace aproximadamente seis años, tomé la decisión de hacer pública mi obra y empecé a exponerla.

Mi primera exposición fue en Valdecañas de Cerrato, en la Sala de Usos Múltiples del Ayuntamiento, durante las fiestas en honor de la Patrona, la Virgen del Campo.

Considero la pintura evidentemente un arte y como arte cada uno puede darle la dimensión que desee.

En mi caso, en estos momentos, considero pintar una necesidad, una finalidad, un deseo de compartir, que para algunos será un oficio y para otros, una afición. Lo importante para mí es crear y compartirlo con los demás.

¿Cada cuánto suele exponer?

Normalmente hago entre tres y cuatro exposiciones al año, pero esta es una cifra que quizás la reduzca a dos o tres, debido al número de obras que he de realizar para exponer.

¿Cómo definiría su pintura?

En palabras de la crítica de arte, Herrera de Salas, mis óleos «exhiben un talante seguro, centrado y bien estructurado, invitando con ello a la reflexión».

Desde mi punto de vista, mi pintura quiere ser alegre y optimista a través de unos colores ilusionantes que transmitan mi positividad.

 ¿En qué estilo o corriente se encuadra?

Mi pintura es de estilo impresionista. Trato de reflejar la riqueza de la luz sobre los verdes campos, donde procuro ubicar un árbol, unos arbustos, plantas.

Siempre intento mantener el equilibrio de masas y enriquecer la perspectiva aérea, para dar así con ello un cierto colorismo estacional.

 ¿Qué es lo que más le gusta pintar?

Me gusta pintar paisajes principalmente, pero también he pintado bodegones.

Para mi pintar la tierra castellana y, sobre todo, los campos cerrateños, es fascinante.