Una vez disipada la trama de los motores de Volkswagen, solo queda esperar que las instituciones jurídicas lo resuelvan. Una estafa que no ha dejado indiferente a nadie y que, por ahora, ha ha hecho perder la confianza a todos aquellos usuarios comprometidos con el medio ambiente.
Solo en España ha afectado a un total de 683.626 vehículos equipados con motores diésel del tipo EA 189 EU 5 comercializados, del total de 11 millones de coches trucados en todo el mundo.
Ante esto, las marcas perjudicadas del grupo alemán han publicado en sus páginas web un número de contacto gratuito donde cada cliente se podrá informar de la situación de su utilitario. Algo que ayer fue casi imposible al estar las líneas saturadas.
Desde tener que modificar algunos elementos del vehículo hasta realizar cambios en la cuantía de los tributos que pagabas por este, la alteración de la cantidad de óxido de nitrógeno (NOx) que emiten estos vehículos tiene una serie de consecuencias.
La compañía de prestación de servicios de asistencia jurídica Legálitas ha elaborado un informe en el que recoge las cuestiones más comunes que pueden darse en un afectado del conocido como caso Volkswagen y que está generando un sinfín de incógnitas.
¿Por dónde empezar?
Lo primero que hay que saber es si un vehículo está trucado o no. Una vez que se tenga la seguridad de ser uno de los afectados, esta empresa jurídica recomienda recopilar toda la información de la que se disponga.
El contrato de compra, la publicidad del vehículo donde figuraban las prestaciones comprometidas o la factura de compra; se puede necesitar cualquier documento en el momento más inesperado.
¿Qué consecuencias puede tener?
En primer lugar, el coche podría perder parte de su valor tras realizar los cambios de readaptación necesarios. Esto es así porque disminuye la potencia como consecuencia del incremento de las emisiones.
De este hecho se saca un efecto positivo: pagar menos impuestos. Esta reducción impositiva conlleva una disminución en la cuantía que hay que abonar en el gravamen sobre vehículos de tracción mecánica. Por otro lado, una vez instalado el nuevo sistema de control de emisiones en el que aparezca la cantidad de carburante que desprende el automóvil, este puede tener un precio mayor.
Además de incrementarse el coste de los parquímetros en ciudades como Madrid, ya que en esta localidad la tasa varía en función de las emisiones contaminantes del coche.
¿Qué garantías deben ofrecer?
Volkswagen, como ejecutor del trucamiento de la emisiones de NOx, es quien debe asumir la responsabilidad de la readaptación de un vehículo y, por tanto, las intervenciones necesarias que precise el coche deben realizarse en los propios talleres oficiales de la compañía alemana, con el plantel de ingenieros técnicos que garanticen una «adecuada calidad en la intervención», según apuntan los expertos de Legálitas.
Además, desde la compañía deben asegurar que el turismo contiene los elementos técnicos necesarios que permitan al usuario seguir disfrutando de todas las características que el coche tenía previamente a la readpatación. Todo ello asumiendo Volkswagen los gastos que implique y llevarlo a cabo en el menor tiempo posible.
Conviene saber que por ley están obligados a implantar piezas nuevas salvo que el propietario indique por escrito lo contrario. Si el sujeto lo desea, deberán entregarle las piezas que le hayan sustituido.
¿Cuánto dinero se puede reclamar como indemnización?
Según Legálitas, si un vehículo es uno de los afectados, se estaría ante un cumplimiento defectuoso del contrato y ello legitima a su dueño para realizar una reclamación a Volkswagen que contemple el pago de una indemnización que cubra los daños y perjuicios que se hayan sufrido.
Por tanto, si a raíz de esta revisión técnica el coche perdiera prestaciones respecto a las que se contrataron en su día, en la potencia o en el consumo eficiente, prevalece el derecho a reeembolsar la diferencia de precio de su automóvil, descontado la cifra correspondiente al tiempo en que el turismo está siendo amortizado por el uso.