La patata del Boedo-Ojeda ve en la marca de calidad una forma de asentarse

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Más de un millar de personas participa en Herrera de Pisuerga de la fiesta de exaltación de este tubérculo, cuyo cultivo se extiende este año por 250 hectáreas que son gestionadas por 150 pequeños productores

Decenas de personas esperan para hacerse con uno de los platos de las numerosas degustaciones de patatas. - Foto: Eva Garrido

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El pregonero finalizó con una foto al auditorio, contestada con el tradicional ‘patata’.
El pregonero finalizó con una foto al auditorio, contestada con el tradicional ‘patata’. - Foto: Eva Garrido
Concurso de patatas y guisos.
Concurso de patatas y guisos. - Foto: Eva Garrido
Autoridades e integrantes de la Asociación de Amas de Casa.
Autoridades e integrantes de la Asociación de Amas de Casa. - Foto: Eva Garrido
Agustín Vega (c) recoge el reconocimiento por su trayectoria como sembrador de patatas
Agustín Vega (c) recoge el reconocimiento por su trayectoria como sembrador de patatas - Foto: Eva Garrido

• Varios colectivos ofrecieron degustaciones y se convocó un concurso de tortillas, guisos y ejemplares más grandes. Se homenajeó a Agustín Vega por su larga trayectoria.

 
La patata siempre ha estado de moda. Más ahora que  hasta sale  en los programas de cocina con más audiencia y con concursantes de lo más profesional. La patata se merece una fiesta. 
Así lo entienden en Herrera de Pisuerga, cabecera de la comarca que entrega uno de los tubérculos más genuinos de Palencia: la de Boedo-Ojeda. Algo más de un millar de personas acudió ayer a la llamada en apoyo de un alimento tan humilde pero tan recurrido como este bulbo con el que se pueden hacer maravillas. Una prueba de ello fueron las diversas degustaciones que se ofrecieron en la plaza de Herrera. Fritas, en guisos, en unión perfecta con huevos...
Pero a la patata del Boedo-Ojeda le hace falta el último golpe de calor  para convertirse en un producto consolidado: La entrada en una marca de garantía. «Lo de la Denominación de Origen es impensable», opina Gonzalo Ortega, presidente de la Mancomunidad de Boedo-Ojeda, que organiza la Fiesta. «Lo suyo sería entrar en una marca de calidad como Tierra de Sabor o la futura marca de garantía para la patata de la Junta. O en Alimentos de Palencia de la Diputación. No haría falta mucho. Poner de acuerdo a los productores más importantes». Serían, según Ortega, 4 ó 5 de los 150 agricultores que dedican parte de sus tierras al cultivo de la patata en esta zona palentina. En total, unas 250 hectáreas. «La campaña está siendo excelente. Buena cantidad, en torno a 35.000 y 45.000 kilos por hectárea, y gran calidad. La pena son los precios», se lamentaba. Algo, defiende, que se solucionaría «con la inclusión en la marca de calidad y si los consumidores se fijaran más en el sabor que en la imagen de la patata. Las ves tan blanquitas, tan limpitas y deseschas patatas como las de La Ojeda que no son tan bonitas. Pero ¡ay!, cuando las comes. No tienen nada que ver. O el tiempo que duran frescas... Las de aquí, desde ahora a junio», apuntaba mientras varios cientos de personas daban cuenta de las preparaciones realizadas con algunas de las diez variedades de patata que se cultivan en La Ojeda y que elaboraron las asociaciones de Herrera. «Muy buenas, hay cosas muy buenas», aseguraba un catador.
 
Concursos.  Esas creaciones y degustaciones (en las que también colaboraron Trapa y Grupo Exlual) no entraban en concurso. Pero sí las 16 tortillas y 20 guisos de patatas, así como ocho tubérculos en liza por ver cuál era el más grande. Al final, los premios fueron para David Ulloa, con una tortilla de patata y boletus; y para Belén de Blas, con un guiso de patatas a la marinera con mejillones y almejas. El tubérculo más grande fue el presentado por Luis Ángel Varón, con 1,8 kilos.
En el ámbito más institucional, el periodista David Frechilla fue el encargado de pregonar la Fiesta de la Patata y quiso reconocer a «los productores que se dejan los riñones para que un niño, un adolescente y hasta hace poco joven como yo, coma una de las mejores patatas del país».
En ese mismo acto se homenajeó a Agustín Vega, de La Vid de Ojeda, como uno de los productores más veteranos de la zona. No en vano, comenzó a tirar de azada y horca a los 16 años y, ya dedicado a su huerta, aún cultiva patatas con 79 abriles. 
A esta exaltación acudieron el delegado de la Junta, Luis Domingi González; la senadora Ángeles Armisén y el diputado provincial Jesús Tapia. Concluyó con el reparto de más de 800 raciones de patatas con bacalao, cocinadas por la Asociación de Amas de Casa Santa Ana de Herrera.