Los productos artesanales y del medio natural, los protagonistas

diariopalentino.es
-

Junto a la demostración del apaleo y la recogida de la alubia se disfrutó de una curiosa degustación de trucha

Pretende ser uno de los mejores escaparates de los productos de la provincia y lo cierto es que cada año logra mostrar las maravillas gastronómicas de Palencia a cientos de personas. Así se demostró ayer, una vez más, que la muestra gastronómica Natural tiene mucho éxito entre palentinos y visitantes.

En la segunda jornada del evento, los expositores mostraron su satisfacción por los visitantes recibidos que, además de probar los productos o interesarse por ellos, se animaron a comprarlos.

A las 10,30 de la mañana se abrieron las 32 casetas de expositores que conforman la muestra en esta décimo cuarta edición y, poco a poco, la afluencia de público comenzó a ser constante y durante toda la jornada se pudo ver un incesante ir y venir de personas por la carpa ubicada en la Plaza Mayor.

A media mañana se procedió a la tradicional representación del apaleo y recogida de la alubia, a cargo de Leguminor, una imagen tradicional del mundo rural que para muchos de los ayer presentes en la muestra era totalmente nueva.

Mientras los más mayores recordaban aquellos tiempos en que disfrutaban con esta labor en el campo, otros muchos se sorprendían con la forma de azotar la legumbre ataviados con una indumentaria de varias décadas atrás y propia de los pueblos palentinos y el material indicado para trabajar en el campo.

Esta estampa se repitió por la tarde antes de una degustación de trucha a cargo de la Organización de Productores Piscicultores.

«El objetivo es promover el consumo de trucha entre los asistentes a la feria y reforzar la imagen positiva de este producto en clave de sostenibilidad», destacó el director gerente del colectivo, Raúl Rodríguez.

Así, se pudieron degustar las múltiples presentaciones y elaboraciones que ofrece este gran y versátil producto, destacando una con la que se pretendía «hacer un guiño al pueblo sirio que tan mal lo está pasando». Para ello se realizó  un maridaje entre la trucha de Aguilar y el tabulé, una ensalada de origen Sirio y Libanés.

Más de 2.000 raciones con variadas interpretaciones de la trucha se repartieron en la Plaza de San Francisco y las críticas de los presentes fueron muy positivas.

«Es un producto que no se conoce lo suficiente cuando es algo nuestro, de proximidad, que debemos potenciar más», destacó Raúl Rodríguez.

Los más pequeños tuvieron su espacio con un taller en el que elaboraron un mural y conocieron un poco más sobre los productos de la tierra, así como su obtención y posterior elaboración.

La muestra, que seguirá durante la jornada de hoy, permaneció abierta al público hasta las 22 horas.