Carrión de los Condes acogió ayer la Procesión del Santo Cristo del Amparo. Como es habitual, la procesión fue organizada por la Cofradía del Santo Cristo del Amparo y participaron la Cofradía de la Santa Vera Cruz y la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, además de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Vega, de Benavente.
La ciudad de Carrión de los Condes le tiene una gran devoción a este Cristo; un Cristo renano que trajo un peregrino en su carro allá por el siglo XIV cuando recorría el Camino de Santiago, ya que la leyenda le atribuye la salvación de los habitantes de la peste. De hecho, su popular canción dice así: La peste merecimos por nuestra ingratitud/Señor hoy te pedimos perdón, vida y salud.
El Cristo del Amparo se encuentra en la iglesia de Santa María del Camino, en la capilla llamada de Los Calderones , donde aparecen escudos de esta familia. Los peregrinos alemanes le tienen una gran devoción al ser talla de su país de procedencia. Hay una talla similar en Puente la Reina, también en el Camino de Santiago.
La talla trasmite serenidad, a pesar del dolor que manifiesta en la cruz. Cristo parece que está «asumiendo el dolor», como bien lo explicaba a los peregrinos el que fue párroco de Carrión de los Condes durante 35 años, José Mariscal.
La Procesión partió de la iglesia de Santa María del Camino para recorrer las principales calles de la localidad: plaza y calle de Santa María, plaza Marqués de Santillana, Plaza Mayor, calle José Antonio y plaza de los Caídos. Al final en el pórtico de Santa María se cantó la canción La Peste.
En la procesión de ayer destacaron en especial los jóvenes, así como los devotos de la Virgen de la Piedad y las mujeres con mantilla.