Una aspiración con la que se pretende permitir que las compañías mineras puedan aportar, a partir de 2019, entre cuatro y seis millones de toneladas de combustible autóctono «suficientemente competitivo» al año. La patronal minera calificó el pasado ejercicio de «esperanzador» tras los malos datos de 2016 y confió en que el ejercicio actual suponga «un año de transición y diálogo de cara a 2019». En esa línea, Carbunión solicitó a los responsables del Ministerio de Energía que mantengan «el diálogo y la colaboración en la búsqueda de situaciones sostenibles de cara a la finalización del actual plan del carbón», cuya vigencia expira el 31 de diciembre. Al respecto, abogaron por un «cierre ordenado» en las explotaciones y destacaron la «vital importancia para el conjunto de los territorios afectados» de las negociaciones para evitar la devolución de ayudas, lo que permitiría mantener las empresas competitivas a finales de este año.