Rusia responde a la ofensiva de Kiev tras la muerte de cinco separatistas

Agencias
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Putin despliega sus tropas en la frontera después de que el Ejército matase a varios activistas en Slaviansk y advierte de «consecuencias» si se confirma el uso de soldados contra el pueblo

Rusia responde a la ofensiva de Kiev tras la muerte de cinco separatistas - Foto: GLEB GARANICH

 
 
La crisis en Ucrania vivió ayer una jornada de escalada de la violencia después de que unidades especiales del Gobierno interino mataran a cinco separatistas prorrusos cerca de la ciudad de Slaviansk, lo que fue respondido con una amplia maniobra militar rusa en la frontera y con una escalada de la tensión. 
El Ejército de Kiev, en una ofensiva que se enmarca dentro de la operación antiterrorista relanzada esta semana, tomó tres puestos de control en la localidad del este del país, que habían sido levantados de forma ilegal por los activistas y durante dicho asalto murieron cinco rebeldes, tal y como confirmaron fuentes del Ministerio del Interior.
Ante estos hechos, el Kremlin anunció el comienzo de ejercicios castrenses en los límites entre ambos países y alertó de que si la «maquinaria militar» de Ucrania y la OTAN no se detiene, «habrá un mayor número de muertos y heridos», en alusión al despliegue de efectivos y a las maniobras aliadas en el este de Europa.
Moscú insistió en que se ha visto «obligado a reaccionar» ante los últimos acontecimientos, justificando así sus actuaciones.
Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, avisó de que habrá «consecuencias» si se confirma que el Gobierno ucraniano ha utilizado al Ejército contra su propio pueblo, ya que, según subrayó, la ofensiva militar contra civiles constituiría «un grave delito».
Ante tales advertencias, el presidente interino, Oleksander Turchinov, reclamó a Moscú que abandone «el chantaje», retire sus tropas de la frontera y deje de interferir en los asuntos ucranianos.
«No nos plegaremos a las amenazas terroristas y seguiremos tomando medidas para proteger las vidas de nuestros ciudadanos», defendió, al tiempo que instó al Kremlin a cesar su «desvergonzada injerencia» en temas «internos» que no le competen.
Por ello, apeló a los acuerdos alcanzados la pasada semana en Ginebra para que Rusia explique y detalle sus maniobras militares en un plazo de 48 horas, que concluirá mañana.
 
Negociaciones. Pese a la violencia, la potencia exsoviética volvió a llamar a «negociaciones serias» a todas las partes y el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, señaló que Ucrania debe convertirse en un vínculo entre Rusia y Europa Occidental. 
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, aseveró desde Tokio que la Casa Blanca sigue abogando por una solución diplomática a la crisis, pero no descarta nuevas sanciones contra Moscú, que su gobierno está preparando para el caso de que el acuerdo de Ginebra no aporte los resultados prometidos. Esos castigos tendrían el objetivo de cambiar la opinión de Putin, aseguró Obama. 
En el plano económico, la empresa estatal rusa Gazprom presentó a Ucrania una nueva factura por 11.400 millones de dólares (unos 8.240 millones de euros) en concepto de incumplimiento de los tratados sobre venta de gas en 2013, al considerar que no compró las cantidades establecidas. 
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) discutirá el próximo 30 de abril la ayuda millonaria para el Gobierno interino de Kiev, un paquete que oscilará entre los 14.000 y 18.000 millones de dólares (entre 10.000 y 13.000 millones de euros) para los próximos dos años, según confirmó el portavoz del organismo financiero con sede en Washington, Gerry Rice. 
Se espera que el programa se vea complementado con otro plan por unos 15.000 millones de dólares procedentes de otras fuentes de la comunidad internacional.