La Guardia Civil de Tráfico llevará a cabo esta semana una lucha contra «el enemigo de la velocidad», como lo denominó Alonso, con los medios actuales que se resumen en tres radares móviles (montados en otros tantos vehículos), así como seis cabinas habilitadas para la ubicación de radares fijos, y ocho de lectores de matrículas en las carreteras CL-615 y CL-613, además del apoyo del helicóptero Pegasus. En la ciudad  hay dos cabinas para radares y uno móvil.

Durante la actual campaña, que se prolongará hasta el domingo, los controles de velocidad se darán especialmente en las carreteras convencionales, donde se han detectado los mayores problemas «donde buena parte de los accidentes mortales están propiciados por el exceso de velocidad», manifestó el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Miguel. 

Drogas y alcohol. Muchos más fueron los palentinos que pasaron por los juzgados ya acabaron condenados el pasado año por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Según la misma fuente, 123 conductores fueron condenados por esta razón.

De ahí que una vez finalice la campaña especial de control de velocidad, el lunes arrancará otra destinada a controlar los consumos de alcohol y drogas al volante. «Las fechas, del 13 al 15 de agosto, se han elegido por el elevado número de desplazamientos que hay entre los municipios que están en fiesta. Pequeños desplazamientos que se hacen bien a la ida, pero que al regreso nos encontramos con conductores bajo los efectos del alcohol y las drogas», reconoció el subdelegado, quien puso de relieve que el pasado año, el 42% de los conductores que fallecieron dieron positivo en la autopsia en estas sustancias.

Estos controles se realizan, debido a las características de las fiestas de la Asunción en la red de carreteras convencionales, con la colaboración de la Policía Local de Palencia (tiene alcoholímetros y un drogotest), así como la de Aguilar, que recibió recientemente un etilómetro evidencial y que ya llevado ante la justicia a cuatro conductores.