Un minirradar para la Guardia Civil

O. H.
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La Guardia Civil de Tráfico de Palencia ya tiene en su poder uno de los veloláser adquiridos el pasado año por la Dirección General de Tráfico y que comenzaron a funcionar la pasada primavera en algunas provincias. El anuncio de la llegada de este elemento de control, uno de los más avanzados, infalibles y camuflables a la hora de detectar la velocidad de los vehículos, coincide con puesta en marcha, esta semana, de una campaña especial de verificación de velocidad en las carreteras de la provincia.

Una campaña en la que se espera multiplicar los controles, pero en la que no estará, como confirmaron ayer desde la Subdelegación del Gobierno, el minirradar, puesto que para su utilización, los agentes de Tráfico deberán recibir una formación específica. «Nuestra intención es tenerlo operativo este año a finales..., pero dependemos de la formación de los guardias civiles», indicó el teniente Javier San Vicente, jefe accidental del Subsector de Tráfico en Palencia. Estos minirradares, de los que la DGT adquirió 60 para toda España, tienen un tamaño muy reducido, y no hace falta un turismo para trasladarlo, sino que pueden ser incorporados incluso a la dotación de las motos. Sin embargo, lo habitual es que sean transportados por los coches, y su utilización es estática.

Además, el veloláser puede captar velocidades de hasta 250 km/h en ambos carriles, a una distancia de entre 15 y 50 metros. Su manejo es posible desde cualquier dispositivo móvil mediante una conexión 3G o 4G, y los datos pueden ser enviados a varios dispositivos a la vez

En el conjunto del país, se utilizan adosados, mediante imanes, al lateral de los vehículos de patrulla -ya sean con distintivos oficiales que estarían a la vista para realizar una labor disuasoria- o, en los vehículos no señalizados, para actuar de forma camuflada; pero también sobre  un pequeño trípode, situados en el arcén y muy próximos a los quitamiedos laterales o incluso anclados a estos últimos. También dentro de las cabinas laterales o desde los pórticos. Además, funcionan sin cables, por lo que el vehículo del operador puede estar alejado del mismo. 

«Antes de que funcione y multe, tenemos que formar previamente a los agentes y comprobar que funciona correctamente antes de comenzar a multar», declaró el jefe provincial de Tráfico Fernando Alonso.