La escultura en honor a José María Hernández medirá 3,5 metros

Marta Redondo Moreno
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Se instalará el 6 de mayo y se inaugurará en la jornada siguiente a las 13 horas

Un sueño que se cumplió y del que ahora formará también parte, era la Senda de Ursi para José María Hernández, el ex presidente de la Diputación, al que tras su fallecimiento, el Grupo Muriel ha querido mostrar su cariño con una gran escultura de 3,5 metros de alto por 3,5 metros de ancho que se instalará en las cercanías de Villabellaco, el próximo 6 de mayo y será inaugurada al día siguiente a las 13 horas.

Acto al que asistirán su mujer, María Antonia Pardo; la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos; y otros representantes de las administraciones Provincial y Regional.

Para homenajear a Chema Hernández,  se ha contado con el apoyo de  la Diputación de Palencia, y la Junta de Castilla y León, además de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, y los ayuntamientos y pedanías de la zona.

La obra fue presentada ayer en  Palencia por parte del presidente de Muriel, Alberto Rodríguez; el delegado de la Junta, Luis Domingo González; y la presidenta de la Diputación, Ana María Asenjo. Además asistieron algunos de los diez artistas que participan en el proyecto: Roberto Labrador, Carlos Mediavilla, Ana Arranz Pascual, Victoria Luengo, Juan Jesús Villaverde, Lorenzo Duque, Isidro López, José Antonio Muñoz, Miguel Hernández y Felipe Rodríguez Pipe.

Una pieza  que estará formada por la silueta de un árbol vacío, con la que se representará así la ausencia física Hernández pero su presencia espiritual, a cuyo alrededor se situarán diez divisiones que serán ocupadas por otras tantas esculturas. La temática elegida para completar las divisiones ha sido la naturaleza y el hombre.

Rodríguez explicó que «desde el primer momento cuando pensamos en dedicar algo a nuestro amigo se nos ocurrió hacer un gran árbol en el que se pudiesen instalar a su vez varias piezas». Sobre la ubicación de la escultura concretó que se instalará en un punto desde el que se puede ver a tumba de Ursi y divisar Villavega, localidad en la que Chema pasaba sus días de descanso.

Luis Domingo González indicó que «es un símil muy acertado. Pues era el árbol bajo  el que todos nos cobijábamos. De repente se secó y el huerto lo notó porque no era un pequeño árbol en un rincón sino un gran nogal que estaba en medio».

Finalmente, Ana María Asenjo,  reconoció que  Hernández fue la persona que «dio vida»  a la Senda de Ursi y mostró su gratitud a todos los implicados en este proyecto por hacer posible que «el alma de quien le dio vida forme parte de la senda».