Gabina Muñoz Fernández • Delegada de 'STOP Accidentes' en Palencia

Esther Marín
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Hace seis años perdió a su hijo de 11 en un accidente cuando el pequeño circulaba en bicicleta por una calle de la localidad de Barruelo. Desde entonces se ha propuesto ayudar a quienes viven y sufren la pérdida de un ser querido en la carretera

Tras una durísima experiencia personal decidió luchar por una buena causa: cero víctimas en las carreteras para que nadie tenga que sufrir el dolor que supone la pérdida de un ser querido

Sentí la necesidad de hacer algo por los demás. Mi hermana conoció STOP Accidentes (Asociación de Ayuda y Orientación a los Afectados por Accidente de Tráfico) y me animé a colaborar con ellos y aportar mi granito de arena en esa lucha.

Yo perdí a mi hijo de once años cuando iba en bicicleta con un grupo de ocho amigos del pueblo.  Él estaba en cabeza y, subiendo en la misma dirección, iba un coche. Los niños iban por el bici-carril y el vehículo por la carretera, pero tan cerca que la rueda de la bicicleta de mi hijo se vino abajo y, al pasar él, le dio y se cayó al suelo.

Los accidentes de tráfico provocan unas heridas difíciles de cicatrizar

Yo creo que duelen más después que en ese momento. Conforme va pasando el tiempo es peor, el dolor aumenta. No es fácil vivir una situación de estas características. El accidente de mi hijo ocurrió hace seis años y esto no se supera nunca, es algo que llevas siempre contigo.

Por desgracia, los accidentes de tráfico se producen con demasiada frecuencia. Hasta que no se vive de cerca no se es consciente de lo que puede pasar. ¿Qué es lo primero que necesita alguien que pasa por un trance de estas características?

En ese momento, cuando sucede el accidente, parece que estás viviendo una película. Al principio no te lo crees, luego vas conociendo detalles de lo que ha pasado, cómo ha sido todo y las consecuencias. En tu interior, el cuerpo y la mente te van marcando la pauta de lo que ha pasado y de que esa persona ya no está ahí. Tienes que comenzar a vivir de otra manera.

El hecho de pensar que puedes hacer algo por otras personas, especialmente si son niños con los que estoy muy sensibilizada, te llena una parte de tu interior.  Ya que hemos pasado por una situación tan terrible, lo que deseamos es que a nadie le ocurra lo mismo y si se pueden evitar sucesos como el de mi hijo pues sería lo ideal.

Como todo en la vida, hasta que no vives de cerca una situación de estas características no sabes lo que necesitas. Ni siquiera las personas más cercanas a ti pueden entender lo que estás pasando o sintiendo. Nadie puede comprender ese vacío que te queda. Cuando alguien se te va nada puede llenar ese hueco, pero tienes que tirar para adelante porque hay otras cosas por las que seguir luchando.

Tengo un hijo de 25 años y si él me ve bien y haciendo las mismas cosas que antes pues también está bien. Hay que mirar para adelante, pero es muy duro. Hay veces que estás bien y, de repente sin saber por qué, te encuentras mal.

Además de ayuda para superar el trauma, la otra cara de los accidentes se enreda en el laberinto en el que se convierte el juzgado a la hora de interponer una denuncia, cuando hay responsabilidades penales o civiles. ¿Se complica más de lo que debería?

Totalmente. A día de hoy, el accidente de mi hijo tal y como quedó constancia en el Juzgado para mí no fue así. Con todas las pruebas, testigos y analizando lo que pasó se ve que hay otras cosas por detrás que no están claras.

La Justicia va lenta. Yo tuve suerte porque mi caso se resolvió en un año, pero hay gente que está esperando mucho tiempo y con muchos problemas por detrás.

Analizando los hechos, hablando con mucha gente y con todo lo que se investigó, pienso que  se prestó poca atención a lo que ese día pasó. Por supuesto tengo que dar gracias a toda la gente que ha estado siempre a mi lado gratuitamente.

¿Las Instituciones ponen medios al alcance de las víctimas de accidentes en lo que a atención jurídica y psicológica se refiere?

Hay que buscarse la vida. Hay colectivos como STOP Accidentes que tienen abogados, asistencia psicológica y otros departamentos para ayudar en estos casos, pero al final tiene que ser cada uno el que se busque la vida y los medios para resolver lo mejor posible su caso.

Personalmente, creo que las Instituciones no están al lado de las víctimas de accidentes. En este tiempo he hablado y coincidido con otras personas y su opinión es similar: hace falta más ayuda, más medios, más colaboración para quienes son víctimas de accidentes de tráfico y, de la noche a la mañana, se encuentran totalmente hundidos.

¿Cree que ha evolucionado la seguridad vial en los últimos años?

Muy poco. Queda mucho por hacer. Yo trabajo ahora mismo haciendo rutas de transporte escolar en el norte de la provincia y ves cosas que te parecen increíbles. Por ejemplo, a la gente que va en bicicleta se le tiene muy poco respeto. No pensamos que mañana podemos ser nosotros o nuestros hijos los que vayan en bici.

La velocidad con la que se adelanta o los movimientos que realizas al volante son claves para evitar incidentes y accidentes graves. Hasta que no vivimos personalmente una situación de estas características no somos conscientes de la poca precaución que, en ocasiones, tenemos a la hora de conducir un vehículo.

Personalmente tengo pánico a sacar el carnet de conducir. Por el momento no tengo intención de hacerlo, pienso que un simple despiste puede cambiar la vida de muchas personas y yo, por ahora, no estoy preparada para conducir.

¿Se precisa una cultura de la seguridad vial en materia de prevención, educación y ayuda ante la siniestralidad y las infracciones?

Lo principal es la educación. Todos circulamos por la vía pública de una u otra manera, ya sea andando o en un medio de transporte. Sin embargo, no estamos concienciados de lo que eso supone, tanto en el caso de conducir un vehículo como en el de caminar de forma correcta por una carretera.

Un viandante quiere cruzar por una zona aunque no sea la correcta y no le importa, lo hace sin pensar si viene un vehículo o si puede pasar algo.

La cuestión es que cuando está por medio la velocidad las consecuencias del accidente son más graves. No pensamos que puede aparecer en cualquier momento una persona y que no tenemos tiempo ni capacidad de reacción.

En muchos incidentes, el que lo provoca se da a la fuga. A veces se le localiza y en otras ocasiones no. ¿Qué cree que pasa por la cabeza de estas personas en esos momentos?

Según como se encuentre esa persona o lo que el accidente le provoque en ese momento, muchas veces siente miedo y decide no mirar y marcharse. La cuestión es que no sabe las consecuencias que esa acción puede tener y la reacción es irse.

Pero una vez que ya está hecho el mal hay que asumirlo, intentar ayudar en la medida de lo posible y no dar la espalda a lo que acaba de pasar.

Los animales causan un elevado número de accidentes. ¿Cuál cree que es la clave para reducir este tipo de colisiones?

Hay zonas en las que los dueños de los animales deberían tener un mayor control sobre ellos. Cuando los animales pertenecen a alguien lo lógico es controlarlos y saber dónde están.

Yo vivo en un barrio en el que un día bajan cinco caballos y se quedan hasta que el dueño viene a por ellos. La cuestión es que tu vas por la calle y lo que menos piensas es que van a aparecerte cinco caballos de repente.

Con la nueva ley, la responsabilidad tras un siniestro en el que se ve implicada alguna especie cinegética siempre recae sobre el conductor, pero creo que la responsabilidad tenía que ser compartida. El dueño o responsable de los animales o del coto al que pertenezcan también tendrá que asumir esa acción.

La DGT ha decidido publicar en su web la ubicación de los radares fijos y móviles, Para muchos conductores,  los radares están para recaudar. ¿Cree que es así o su finalidad es la de promover el respeto a las normas de circulación?

Respetar la velocidad es algo que nos cuesta mucho. Si vas muy rápido en un tramo corto y, de repente, tienes que reducir la velocidad no te da tiempo. Saber donde están los radares y que seamos conscientes de que están para evitar accidentes y recordarnos la velocidad a la que tenemos que circular es algo que me parece bien. Es importante saber si en un tramo puedes ir a más o menos velocidad.

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley que reforma el sistema de valoración de daños por accidentes de tráfico, en el que se contempla una significativa mejora de las indemnizaciones: un 50% más de media en el caso de las muertes y un 35% en el de las lesiones

No me lo creo. En el caso de una muerte no hay más que decir, pero hay cientos de personas que sufren durante toda su vida las consecuencias de un accidente y no es fácil hacer una valoración.

Nunca se llega a cubrir lo que necesita una persona que ha sufrido secuelas de por vida tras un accidente. Hay gente que precisa cuidados de por vida, máquinas para poder vivir, medicinas para mejorar, etc. No se pueden cubrir esos gastos.

La Ley de Tráfico entró en vigor el 9 de mayo del año pasado, pero sus nuevas medidas apenas se han podido llevar a cabo porque su puesta en marcha depende de un Reglamento General de Circulación que no se ha aprobado. Entre otras cuestiones, la decisión más polémica es la que permitiría llegar hasta los 130 kilómetros por hora en algunos tramos de autopistas y autovías

Me parece una velocidad excesiva. Habrá gente que esté acostumbrada a correr y le parezca razonable, pero creo que es algo exagerado. El mayor problema que veo es que, cuando vas a mucha velocidad, la capacidad de reacción ante cualquier imprevisto es mucho menor y las consecuencias mucho mayores.

No hay que ir como los caracoles, pero tampoco de manera que parezca que has cogido del AVE.

Otra medida destacada es la aplicación de un control de alcohol y drogas a aquellos peatones que estén implicados en un accidente de tráfico o cometan una infracción. Además se habla de endurecer las penas

Me parece estupendo. Cuando una persona no está bien, el control y dominio de la mente y de los actos es muy diferente al de otra que esté en plenas condiciones.

Creo que con la única persona con la que se ha sido tajante en este aspecto ha sido con Ortega Cano. Se han producido muchos accidentes que han quedado olvidados y como que no ha pasado nada. Yo todavía no se si en el caso del accidente de mi hijo se realizaron todas las pruebas oportunas. Consta que sí, pero tengo mis dudas.

Si pudiera lanzar un mensaje a todos los agentes que forman parte de la seguridad vial, ¿qué les diría?

Respeto a todos, al peatón, al ciclista, la conductor, a todos. No pensar que cada uno podemos hacer lo que nos venga en ganas. La educación es clave para evitar incidentes de estas características. Incluso tomando medidas pueden ocurrir accidentes, pero al menos que no quede de tu parte que no has puesto todo para evitarlo.

¿Cómo ve el futuro de las asociaciones de víctimas como STOP Accidentes?

Hay mucho trabajo por delante. Hasta que no vives una situación de estas características no sabes hasta qué punto necesitas ayuda y lo que estas personas pueden hacer para ayudarte.

Trabaja a diario con niños en una ruta de transporte escolar, imagino que sea un poco profesora de educación vial

Estoy todo el día diciendo cómo deben cruzar, qué deben hacer, que se pongan el cinturón, que esperen a que se abra bien la puerta del autobús, etc. Yo lo que quiero es recogerlos todos los días y devolverlos a sus casas perfectos.