«Queremos ayudar a nuestros enfermos en muchos aspectos, logopedia, temas administrativos, psicológicos…y pedimos a las Administraciones que no se olviden de las asociaciones». Estas fueron las palabras del presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Palencia, Jesús Terceño, durante la firma del convenio con la Diputación Provincial, suscrito recientemente. 

El «que no se olviden de nosotros porque la labor que realizamos es muy importante y es necesario que la sociedad conozca a qué nos dedicamos y las posibilidades que ofrecemos para hacer frente a los problemas de los asociados» es una de las frases que más repiten las entidades sociales sin ánimo de lucro que trabajan en su mayoría en la provincia.

«Sin los apoyos de las Instituciones se estancaría o incluso se retrocedería en avances hacia el bienestar social de estos colectivos más vulnerables y con mayores riesgos de exclusión social», apunta Carmen Espina, de la Fundación San Cebrián. O, como señala Susana Sánchez, de ASCAT-Guardo, «la ayuda de la Diputación nos ha permitido contar con una infraestructura adecuada, intervenir terapéuticamente con las personas y familias que llegan solicitando ayuda, y trabajar en la sensibilización y prevención comunitaria».

Son personas que padecen Alzheimer, autismo, TDAH, fibromialgia, párkinson, esclerosis múltiple, son laringectomizados, personas con discapacidad física o intelectual, o personas en riesgo de exclusión social, con problemas de drogas o alcohol. 

Ellos y también sus familias necesitan del apoyo de una sociedad que vele por sus intereses y un colectivo de personas que se dedique en cuerpo y alma a luchar por sus derechos. Este es el denominador común que marca el trabajo de cualquier entidad sin ánimo de lucro que trabaja en la provincia de Palencia en materia de servicios sociales. 

A ese cariño, afecto y comprensión se unen actividades para fomentar la participación; alguna de ellas ocupacionales para la integración de los mismos o para el fomento de la creatividad y el aprendizaje de habilidades… un amplio abanico de posibilidades para ese cuidado altruista de estos colectivos. 

 En la provincia de Palencia, según el dato de la Junta de Castilla y León, existen 32 asociaciones de carácter social relacionadas con la discapacidad y hasta 50 asociaciones de carácter general relacionadas con los servicios sociales. 

Ciudadanos de a pie que, por diversas circunstancias, decidieron dedicar una parte de su tiempo a los demás, a su cuidado, a su integración en la sociedad y a procurar desde diversos ámbitos la protección de aquellos vecinos y amigos que más lo necesitan. 

Lali, la presidenta del colectivo de Enfermos de Alzheimer de Guardo, es una de esas personas que sufrió la enfermedad de cerca y que decidió reflotar la asociación en la localidad norteña.  «Nos dimos cuenta de que era necesaria y hoy en día ya tenemos unos 200 socios de toda la comarca y damos servicios a 20 usuarios y sus familias. Nos llaman desde muchas zonas del norte de la provincia e intentamos llegar a todos los sitios», apunta Lali, quien destaca que «la ayuda debe llegar siempre a todos los rincones porque los servicios son demandados por la ciudadanía con independencia del lugar de su residencia». 

Apoyo de la diputación. La Institución Provincial apoya a estos colectivos desde distintos ámbitos. Por un lado, la convocatoria de una línea de ayudas para asociaciones sin ánimo de lucro en la realización de actividades en materia de servicios sociales, en la que durante los últimos tres años se ha invertido más de 116.400 euros, a los que hay que sumar los 40.000 euros destinados para la convocatoria de este 2015.

Y, por otro lado, la Diputación aporta ayudas a las entidades sociales sin ánimo de lucro a través de convenios, que se han incrementado no sólo en el importe de la ayuda sino también en el número de acuerdos, «permitiendo así a muchas asociaciones prever con antelación el dinero con el que podrán contar para la realización de actividades y proyectos», apuntó el diputado de Servicios Sociales, Jesús Tapia. 

En este 2015, se suscribirá un total de 38 convenios – ya se ha aprobado más de la mitad- por un importe global de 240.300 euros, un 22,85 % más que lo destinado el pasado año. Entidades como la Asociación del Párkinson, Afacyl, Adismur, la Asociación Síndrome de Down, Autismo Palencia o la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Guardo son algunos de los colectivos que o bien han recibido más apoyo de la Diputación o han suscrito por primera vez un convenio con ella. 

«Con el convenio que suscribimos, podemos dar servicios a personas con discapacidad intelectual de la provincia mediante el acceso a siete rutas de transporte entre pueblos, de tal manera que se contribuye a la mejora de su calidad de vida y a dar respuestas sin necesidad de desarraigar a estas personas de sus entornos rurales y de sus núcleos familiares. Además se contribuye a fijar población y dinamizar el desarrollo de nuestros pueblos», declara Carmen Espina. 

ciclos solidarios y otras ayudas. Además, la Institución Provincial, con cargo a otras ayudas, ha apoyado siempre a las entidades sociales para, por ejemplo, la adecuación de sus sedes o la adquisición de material de rehabilitación para aquellos usuarios que lo necesiten. 

Así, por ejemplo, se han destinado ayudas a Cocemfe para el acondicionamiento de su sede y a la Plataforma del Voluntariado para el mismo fin. Las dos sedes están ubicadas en la calle Gaspar Arroyo y atienden a socios y voluntarios de varias entidades sociales de la provincia.

Otra línea de ayudas articuladas desde la Diputación es la de las recaudaciones solidarias en los conciertos de las Puestas de Solidaridad. Atardeceres musicales y de las actuaciones del ciclo Castillo Mágico. La recaudación se reparte posteriormente a distintas entidades sociales sin ánimo de lucro, en su mayoría de servicios sociales. El pasado año se recaudaron 11.000 euros. 

Todas las entidades sin ánimo de lucro en materia de servicios sociales coinciden en señalar que sin el apoyo de las Administraciones «el camino para lograr la mejora de la calidad de vida de personas que sufren una discapacidad o cualquier otra patología sería casi imposible». Su papel es necesario e imprescindible y la ayuda de las Administraciones también lo es.