'La Borriquilla' retrocede sus pasos ante la amenaza de lluvia

Esther Marín
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Miles de personas salieron ayer a la calle para disfrutar de la procesión más multitudinaria, pero el tiempo lo impidió

‘La Borriquilla’ retrocede sus pasos ante la amenaza de lluvia - Foto: Oscar Navarro

A la tercera no fue la vencida. La amenaza de lluvia obligó a los responsables de la Cofradía del Santo Sepulcro a suspender la procesión más multitudinaria de las que se celebran cada año en la capital.

La jornada comenzó con nubes, pero la temperatura era de 10 grados y fueron muchos los cofrades que se animaron a vestirse sus túnicas para participar en el recorrido del Domingo de Ramos, uno de los más concurridos tanto en participantes como en público.

 A las 10,15 se  realizó la tradicional bendición de los ramos en la puerta del Santo Sepulcro, para después partir en procesión litúrgica a la Catedral -por las calles Lope de Vega, Valentín Calderón, Mayor, Barrio y Mier, Juan de Castilla y  Jorge Manrique- donde se celebró la eucaristía.

Como la Diócesis de Palencia sigue sin obispo, el encargado de los actos fue el administrador diocesano, Antonio Gómez Cantero, que en su homilía destacó que Jesús «nació en una cuadra y murió de la manera más indecente que podía elegir para que en Él entremos todos». Apuntó que «el hombre no ha nacido para sufrir. Tampoco el creyente que trata de seguir al Crucificado trata de descubrir cuál es la manera más liberadora de asumir vivir el sufrimiento propio y ajeno». Así, añadió que, «a menudo, se nos olvida que el discípulo tiene que ser como su maestro» y que «los creyentes quizá hoy tengamos que aprender a descubrir las exigencias que puede tener el tomar la Cruz de Cristo, sobre todo si preferimos sufrir antes que colaborar con la injusticia». Para terminar, Gómez Cantero animó a los presentes a «celebrar esta semana Santa en el seno de las comunidades parroquiales y las hermandades».

Cuanto la eucaristía estaba llegando a su fin, los responsables de la organización de esta procesión solicitaron información a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para conocer las previsiones del tiempo de cara a las horas posteriores.

«Sobre las 13 horas estaba previsto que pudiera llover, por lo que los miembros de la Junta de Gobierno decidieron hacer el recorrido lo más corto posible», explicó el vicenombrado del Santo Sepulcro, David Rodríguez.

Así, mientras el resto de cofradías esperaba en el exterior de la Catedral, en su interior se tomaba la decisión de regresar a casa ante la amenaza de lluvia.

Así, la Entrada de Jesús en Jerusalén (Víctor de los Ríos, 1956), único paso que desfila en esta procesión, salió de la Seo ante el batir del palmas del millar de hermanos que, poco a poco, se fueron enterando de la decisión tomada.

La Borriquilla, como se conoce popularmente a esta talla, emprendió tras los cofrades el camino de vuelta por las mismas calles por las que había ido hacía poco más de una hora.

consuelo. Los cofrades que habían salido para acompañar a la imagen por las calles de la ciudad mostraron su pena y decepción, dado que se trata del recorrido que más gente atrae. En especial la tristeza se veía en los rostros de los más pequeños, ya que cientos de niños disfrutan cada Semana Santa acompañando a Jesús a lomos de un pollino con las manos en posición de bendecir a los que se encuentra a su paso.

El único consuelo fue el momento en el que La Borriquilla llegó de nuevo a la calle Lope de Vega ante el recibimiento de cientos de palmas

Esta vez el tiempo no acompañó, pero además fue traicionero, dado que no cayó una gota de agua en el tiempo previsto para el desarrollo de la procesión.