El presidente del Gobierno en funciones y el candidato del PSOE a la investidura se verán las caras el próximo viernes a las cinco de la tarde en el Congreso en una ubicación que aún no se ha acordado. Mariano Rajoy, que acudirá a ese encuentro con la «mano tendida», pedirá a Pedro Sánchez que «cambie de actitud», y está estudiando si le traslada una oferta concreta, según reconoció ayer el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando.
«Eso es lo que tenemos que decidir en estos días y lo tiene que decidir el jefe del Ejecutivo», señaló el andaluz, para recordar, a continuación, que su partido ha presentado algunas iniciativas parlamentarias en las últimas fechas que bien podrían acordarse con los socialistas, «porque responden a pretensiones del propio PSOE». Así, por ejemplo, citó una propuesta popular para luchar contra los malos tratos, otra relativa a un pacto nacional para la educación y una tercera sobre la política antiterrorista. Todas ellas, añadió, buscan un acercamiento a otros partidos con el que ir preparando un gran acuerdo que es lo que, a su juicio, España necesita.
Hasta la fecha, la única oferta concreta que el presidente en funciones ha lanzado a Sánchez ha sido la de ampliar un posible pacto entre los dos grupos a todas las comunidades y ayuntamientos donde el PSOE está gobernando con Podemos. Pero esa propuesta no se la hizo en persona al líder socialista sino a través de los medios de comunicación, en una entrevista en televisión. Y el madrileño la rechazó del mismo modo, en declaraciones a la prensa.
plantón. Y es que ambos líderes solo se han visto una vez, tres días después de las elecciones generales celebradas el pasado 20 de diciembre. Y en esa cita, que tuvo lugar en la Moncloa, no hubo lugar a ofrecimientos. Sánchez fue rotundo al negar cualquier posibilidad de pacto, y ahí acabó la negociación. Luego, según la versión del PP que no ha sido negada por el Partido Socialista, Rajoy trató de hablar por teléfono con el socialista en dos ocasiones, pero éste se negó e incluso canceló unas horas antes y «sin dar explicaciones» un encuentro que habían acordado celebrar el pasado 18 de enero.
Según dijo ayer el portavoz popular, esta «situación de bloqueo» se debe a un intento deliberado por parte del PSOE de «estigmatizar» a su partido, y supone «un insulto y un desprecio» a los ciudadanos que depositaron la papeleta del PP en la urna y al propio Rajoy. Por eso, añadió, el presidente en funciones le va a pedir que cambie de actitud y rectifique el «gravísimo error» de establecer «cordones sanitarios» en torno a los conservadores. Y es que, argumentó, el resultado electoral y «la aritmética parlamentaria» obligan a Génova y Ferraz a buscar un «entendimiento» en el que también participe Ciudadanos. Lo contrario sería «llevar a España a un Gobierno dominado por la extrema izquierda y los independentistas», y eso, a su juicio, no es lo que necesita España ni lo que precisa la Unión Europea.
Todo esto es lo que, según dijo el PP ayer, va a trasladar Rajoy a Sánchez en su cita del viernes, que aún no tiene ubicación definida. Será en el Congreso, «en una sala adecuada», dijo Hernando. Y es que, aunque reconoció que se trata de un «debate un poco infantil», para el PP «lo lógico» es que el encuentro se celebre en un lugar neutral, «que no tenga una connotación de un grupo parlamentario concreto».
En otro orden de cosas, los populares adelantaron que van a mantener conversaciones con los diferentes grupos del Congreso para tratar de lograr un acuerdo sobre la posición que debe llevar España al Consejo Europeo de los próximos 18 y 19 de febrero, en el que se va a discutir la relación de la UE con el Reino Unido.
Esas reuniones se van a producir antes de la comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso del ministro del ramo, José Manuel García Margallo, que se celebrará el próximo día 16, y que defenderá el sentimiento europeísta y de integración.