El pan de la tierra reivindica desde la Feria de Grijota un hueco en la mesa

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Ocho panaderías de siete localidades acuden a la quinta edición del certamen agroalimentario

El pan de la tierra reivindica desde la Feria de Grijota un hueco en la mesa - Foto: Eva Garrido

Panaderías de siete localidades de la provincia alegraron la vista y llenaron el estómago de decenas de personas que se acercaron ayer a Grijota para desmontar aquello de que el pan engorda.

El pan, como cualquier otro alimento, en su justa medida, es saludable.

Eso es lo que piensan sus productores, y es lo que trataron ayer de trasladar al público asistente a una feria que, en su quinta edición, demuestra que se ha asentado y que con pequeños cambios de un año a otro, mantiene el tirón sin perder la esencia.

Recuperar las decenas de panaderías que hace años tenía Grijota es imposible.

Los tiempos cambian y las necesidades.

Ese esplendor es cosa del pasado, pero al menos, lo que sí es cosa del presente y, lo más importante, del futuro, es conservar lo que se tiene.

En esa dirección camina la Feria del Pan de Grijota, la única de estas características que se celebra en la provincia.

La Feria resultó un éxito. Prueba de ello es que quien más, quien menos, abandonaba la Plaza Mayor con alguna bolsa. En su interior un candeal, una fabiola, una barra o una hogaza.

REUNIÓN. Esta Feria del Pan de Grijota se ha celebrado días después de que el presidente de la Diputación, José María Hernández, y la diputada de Desarrollo Provincial, Ana María Asenjo, mantuvieran un encuentro con representantes de la Asociación Provincial de Panaderos de Palencia, integrada por 62 panaderías.

Se analizó la situación actual del sector en la provincia, que abastece a numerosas localidades con una población reducida dando un servicio que no podrían tener sin la existencia de panaderías en la provincia con reparto de pan por los pueblos.

La asociación representa a casi un centenar de autónomos del medio rural que continúa con su compromiso a través de la conservación y adecuación de sus obradores y puntos de venta, adaptándose a la normativa y controles, cada vez más exigente.

Además, se trata de un colectivo en proceso de adaptación continua a las necesidades de la población, incorporando nuevos productos.