La magia de aprender con valores

Laura Burón / Palencia
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Los niños plasmaron en el clipmetraje aspectos tratados en las catequesis

El objetivo era reflexionar sobre el hambre y el desperdicio de alimentos y generar actitudes para favorecer el consumo responsable. La participación en el concurso era secundaria y, quizá por ese motivo, porque no se presentaban para ser los mejores sino para hacer pensar, el clipmetraje que la parroquia de San Miguel Arcángel de Aguilar de Campoo envió al festival que organiza anualmente Manos Unidas se ha colado entre los diez mejores a nivel nacional en la categoría de Primaria.

Su clipmetraje, un video que en su caso dura un minutos y seis segundos, se titula ¿Magia?. Con él pretenden decir que de la chistera no podemos esperar que salga una magia que cambie el mundo, sino que para ello son necesarias actitudes y compromisos. Este cortometraje muestra que valores como la solidaridad, el respeto, la responsabilidad y la justicia consiguen objetivos mucho más reales y duraderos que los que se obtienen con una varita mágica. «Hemos recurrido a Harry Potter para dar un mensaje sobre la necesidad de crear actitudes. Hemos plasmado esa idea y la hemos desarrollado para el festival», explica Luis Miguel Diez Fernández, unos de los párrocos de la iglesia de San Miguel de Aguilar de Campoo.

En esta ocasión, han sido cerca de 40 niños de entre 8 y 9 años que estudian segundo y tercero de Primaria los que no solo han posibilitado que el clipmetraje se haya podido grabar, sino que aparecen en él. «Cada año Manos Unidas propone un tema. En esta ocasión era el desafío del hambre, el consumo y desperdicio de alimentos, que estos niños han trabajado con catequistas. Nosotros les proponemos la idea y ellos la han desarrollado», explica el sacerdote.

Y así es como han conseguido superar las fases autonómicas y llegar a la final. Son uno de los diez clipmetrajes seleccionados para competir en la final nacional que se celebrará el próximo 7 de mayo en el Cine de la Prensa de la capital madrileña. «Era un trabajo para reflexionar, para hablar de actitudes y luego llegó el concurso, así que todo lo que venga de más será un regalo», afirma Luis Miguel Diez, que asegura que están a la espera de saber quién acudirá a la final y cómo será el acto. Esta no es su primera participación, es la tercera ocasión en la que envían sus trabajos al festival, donde el pasado año ya consiguieron llegar a la final de Castilla y León, que se celebró en la capital palentina con el clipmetraje titulado R-Evolución.

En esta ocasión, tendrán que competir con trabajos presentados por colegios de provincias como Zamora, Barcelona, Cantabria, León, Pontevedra, Navarra y Toledo. Cabe destacar que en esta octava edición, han sido 1.148 los clipmetrajes recibidos en la Categoría Escuelas, en la que participan alumnos de Primaria y Secundaria en sendas secciones. La elección de los finalistas ha supuesto un gran esfuerzo para el Jurado Nacional.