Castilla y León engordó su deuda pública durante el verano en más de 250 millones de euros y cerró el tercer trimestre anotando un nuevo récord con un pasivo acumulado de 12.473 millones de euros. O lo que es lo mismo, la Comunidad tiene deudas por valor del 21,2 por ciento del total de los que produce, el porcentaje más alto de la historia, a pesar de mantenerse como la octava más saneada. Según los datos ofrecidos ayer por el Banco de España, el debe regional se incrementó en casi 800 millones durante el último año, al pasar de los 11.691 a los 12.473 millones de euros, la cifra más elevada de los últimos 18 años, el rango histórico para el que existen datos. Unas cifras que para la Junta de Castilla y León dejan a la Comunidad en una «buena posición relativa que denota la responsabilidad con la que la Junta utiliza esta fórmula de financiación».

En total, durante esta legislatura la Comunidad ha visto crecer sus números rojos en más de 2.100 millones de euros, aunque todavía se mantiene entre las más saneadas en términos de deuda respecto alPIB, aunque cada vez se acerca más a Andalucía, que ha rebajado su ratio de deuda del 21,7 al 21,5 y la Comunidad ya está a solo tres décimas de igualar la cifra andaluza.

A nivel nacional la deuda pública superó los 292.000 millones, el 24,4 por ciento del producto interior bruto, con la Comunidad Valencia como la región más endeudada en términos de PIB (41,1%) y con Cataluña en cuantía económica (78.506 millones).

Principales acreedores.

Los bancos españoles siguen siendo el principal acreedor del Ejecutivo autonómico, que tiene contraída con estas entidades deuda por valor de 3.930 millones de euros (3.425 a largo plazo, 505 a corto y 189 millones procedentes del ‘factoring’ sin recurso). Le sigue el Estado, con 3.361 millones con cargo al Fondo de Financiación Autonómica; otros 3.104 millones de deuda emitida por la Comunidad; así como 1.788 millones que adeuda a bancos extranjeros; y 290 millones a asociaciones público-privadas.