«Nací en un barrio vecino, en el edificio de la Antigua Florida, y mi familia siempre ha tenido una vinculación especial con El Cristo. Aquí venían a por carbón, a ayudar a la gente que lo pasaba mal o a disfrutar de la romería del pan y el quesillo». Con estas palabras abría ayer su pregón el periodista palentino Isaías Lafuente, en cuya intervención reivindicó el sitio que esta zona merece respecto al resto de la ciudad.

«Los palentinos hemos mirado siempre este barrio como desde el retrovisor de un coche, dando la espalda, y por eso pido que la gente venga a conocerle, a instalar negocios, a pasear y a vivir», argumentó. Además, Lafuente se dirigió a los turistas y les invitó «a que se acerquen a conocer el barrio desde otra perspectiva», al tiempo que pidió a los políticos «que contribuyan a acercar las diferencias entre El Cristo y la ciudad, pues para eso les elegimos y les pagamos».

El periodista se sumó a las peticiones de mejora y restauración del Cristo del Otero, insistiendo en que «necesita algo más que un lifting, porque si Dios existe será invulnerable, pero su imagen de piedra tiene cicatrices que hay que cuidar».

Por último, haciendo uso de sus dotes a la hora de juntar palabras, Isaías Lafuente aprovechando el periodo preelectoral se dirigió a los vecinos de este barrio capitalino diciendo: «Podemos decir que sois un barrio popular, obrero, unido, de ciudadanos dignos y gente reivindicativa, no lo perdáis y luchar con optimismo, alegría y buen rollo».

Otro de los momentos más esperados de las fiestas de Santo Toribio que ayer quedaron inauguradas con estos actos fue el de la entrega de los Cristos.

El de la Alegría llegó a manos del escultor Luis Alonso, quien reconoció haberse sorprendido por el reconocimiento. «Todo lo que hago por mi ciudad, por Victorio Macho, por Mariano Timón y por el Cristo del Otero es desinteresado y así lo seguiré haciendo», destacó.

El que fuera discípulo de Victorio Macho recibió este galardón por «el apoyo demostrado al barrio, a la escultura del Cristo y a su restauración integral y real», tal y como destacó el presidente de la Asociación de Vecinos, Miguel Ángel Brugera.

Sin embargo, Brugera no tuvo tan buenas palabras para Adif, empresa sobre la que ha recaído este año el Cristo de la Tristeza, que no pudo entregarse a nadie al no acudir a recogerlo. «Estamos en contra de las barreras que dividen ciudades y de la pasarela sobre Los Tres Pasos y además creemos que en democracia la crítica es fundamental y hay que tomarse las cosas con más deportividad», destacó dirigiéndose al gestor de infraestructuras ferroviarias.