Aceras sin peatones

Carlos H. Sanz
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La saturación de vehículos en las inmediaciones del hospital acrecienta las protestas

Aceras sin peatones - Foto: Óscar Navarro

Mientras los operarios de las empresas Ferrovial Agroman y Peache ultiman el nuevo aparcamiento del Hospital Río Carrión, en los últimos días han sido varias las quejas de ciudadanos por el comportamiento incívico de los conductores que aparcan sus vehículos sobre las aceras, sobre todo, de la avenida de Donantes de Sangre y las inmediaciones del parque de Isla Dos Aguas.

Basta dar un paseo por la zona cualquier mañana de un día de consulta, es decir, de diario para comprobar cómo los coches invaden el espacio reservado para los peatones. Aprovechando la impunidad, la saturación de vehículos es tal que hay días que resultaba imposible ir andando por la acera desde el Puente de Hierro hasta el centro sanitario, por poner un ejemplo.

Una molestia que se convierte en un auténtico problema para aquellas personas con movilidad reducida o que portan, por ejemplo, un carrito de bebé, y que se ven obligadas a bajar a la calzada, con el peligro que eso puede suponer. Los conductores no dudan en aparcar sobre los carriles-bici y de peatones, e incluso sobre zonas verdes del parque de Isla Dos Aguas, sin que se les multe o imponga sanción alguna.

Aceras sin peatonesAceras sin peatones - Foto: Óscar Navarro«La situación no es nueva», explica el presidente de la asociación de vecinos de Allende el Río, Juan Pérez, que cree que la raíz de este problema de aparcamiento en las inmediaciones del hospital se debe a «la falta de un adecuado servicio de autobús urbano». «Está muy mal regulado y al final quien acude al hospital prefiere tirar de coche, y como aparcar allí es una odisea, al final la gente se busca la vida donde puede, como aceras e isletas. Es normal que la gente se queje porque no se puede ni andar», relata el responsable vecinal, quien aconseja que, siempre que se pueda, «es mejor ir andando» hasta el centro sanitario.

Desde el barrio se confía en que el nuevo aparcamiento al menos atenúe el problema, ya que dispondrá de 744 plazas, las exigidas por normativa (668 por superficie construida y 76 por el número de camas). «Al menos lo hará mientras sea gratis», puntualiza el presidente del barrio, que opina que si en el futuro se establecen precios excesivamente caros como en otros centros sanitarios, las casi 1.000 plazas que hay entre el puente de Hierro y el hospital se quedarán cortas de nuevo.