Los asturianos Luis Amado Pérez y Miguel Llorens (SCD Ribadesella)se imponían en la tarde de ayer en el Descenso Internacional del Carrión más especial, el del 50 cumpleaños, tras superar en un bonito sprint a los madrileños David Rodríguez Dorado y Samuel Saavedra, rematando una jornada intensa de piragüismo para celebrar las Bodas de Oro de la emblemática prueba de Velilla del Río Carrión.
La organización del Descenso Internacional de Velilla había preparado un programa de actos conmemorativo que incluía dos citas novedosas a lo largo de la mañana, con un inicial descenso multitudinario en el recorrido original de la regata y, antes de la comida campestre, una espectacular competición de velocidad con una veintena de k-4 llegados de diversos puntos de la geografía nacional.
Ya por la tarde, como cada 14 de agosto a las 18,30 horas, llegaba el momento de que las aguas del río Carrión acogieran el récord de participación del Descenso en toda su historia. 370 palistas de 40 clubes, con daneses, británicos y algún veterano argentino entre ellos, aplaudidos por el numeroso público congregado en la ribera velillense, con la imponente estampa de la Térmica al fondo. Muchas caras conocidas, como los dos dúos para el recuerdo, ejemplos de lo más grande del piragüismo palentino, Jorge Alonso y Santi Guerrero por un lado; Juan Carlos López Villalobos y Luis Miguel Medrano por el otro. Unos y otros, historia viva de esta prueba, del piragüismo nacional e internacional, completaron la regata a buen ritmo: los capitalinos finalizaron, esprintando, en la octava plaza tras dos k-2 de su club de toda la vida, el Palentino (uno de ellos con Marco Antonio Santos, el gran palista local, sexto junto a David Machado); un poco más tarde, los alarenses, con los colores verde y blanco de los Tritones del Pisuerga, decimoséptimo en la meta junto al puente de Velilla.
Ya antes habían finalizado los primeros clasificados, con Omar Calzón y Rodrigo Jaca (Alberche)completando al podio tras superar en la recta final a Rafa Carril y Asley Rodríguez (Oviedo), cuartos. Y enseguida, décimo en la clasificación absoluta, entraba el primer kayak individual, un ilustre del panorama mundial de este bello deporte: el asturiano Walter Bouzán. Campeón mundial, europeo, seis veces ganador del Sella (la última el sábado junto a su compañero Álvaro Fernández, ausente ayer) y a un mes de defender su oro mundialista, no daba opción a sus rivales.
También completaban los 9 km las damas, comenzando por las ganadoras en k-2, Laura Blasco y Ana Pindado (Cisne), seguidas por Alicia Fernández y Mireia Vázquez (Fresno de la Ribera) y Carmen Campos y Pilar del Villar (Alberche). Y Sheila Sáez (Canoe), en k-1. Tras la prueba, previo a la entrega de galardones, tuvo lugar el espectáculo de la compañía teatral vallisoletana Kull D’Sac.
PROTAGONISTAS. Como organizador de la Regata durante muchos años, Carri Santos se emocionaba al recordar a su hermano Wences, impulsor del Descenso en sus comienzos. «Hemos batido el récord de participación, con ganadores de gran nivel y el ambiente ha sido magnífico», destacaba con las palabras que sí pudo pronunciar en un día tan especial para él.
Y los ganadores. La vallisoletana Sheila Sáez, que ha cogido en los últimos años el relevo de la velillense Mara Santos (ante la que fue segunda varias veces) decía que «esta regata siempre es muy dura por el oleaje. Pero estoy muy contenta por la gente, por los organizadores, Carri o Fernando [Delgado], encantada de estar aquí por ellos en este aniversario, porque me conocen desde pequeña». Bouzán declaraba que «llevo viniendo desde que tenía 10 años. He visto el cambio que pegó este paseo, está espectacular para una carrera de piraguas. Espectacular la gente al pie del agua, que se agradece mucho para los piragüistas. Aquí siempre me trataron muy bien». Y los palistas del k-2 ganador, que hoy competirán en Alar, se mostraban satisfechos, en palabras de Luis Amado, por haber ganado «en un 50 aniversario, que no todas las pruebas lo cumplen, y esta es muy espectacular», como decía su compañero Miguel del público, «es magnífico, es mi primera vez y es para repetir».