Putin exige una remodelación

Agencias
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El presidente ruso insta a Kiev a iniciar diálogos con los separatistas sobre el estatus nacional de las regiones del este, mientras la UE da una semana a Moscú para reducir las tensiones

Putin exige una remodelación - Foto: MAXIM SHEMETOV

 
El presidente ruso, Vladimir Putin, sigue su camino ajeno a lo que digan los demás. Así lo demostró ayer, después de que la UE diera al Kremlin una semana de plazo para reducir la tensión en el este de Ucrania o, de lo contrario, los Veintiocho aprobarán una nueva ronda de sanciones económicas contra Moscú. A pesar de dichas advertencias, el mandatario simplemente reprochó el apoyo de Bruselas al Gobierno de Kiev y prosiguió con su plan para la exrepública soviética, llamando a los mandatarios vecinos a entablar conversaciones con los separatistas sobre el estatus nacional de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
«Es necesario que se inicien inmediatamente negociaciones sustanciales sobre cuestiones de contenido, no técnicas, sino sobre cuestiones relacionadas con la organización política de la sociedad y la estatalidad en el sureste de Ucrania», indicó Putin, quien agregó que dicho diálogo debe tener como objetivo «garantizar los derechos legítimos» de la población. 
El mandatario se ha referido en reiteradas ocasiones a la zona oriental de Ucrania como Novorossiya (Nueva Rusia). Sin embargo, a diferencia de los insurgentes, el jefe del Kremlin no exige la fundación de un Estado en la región que lleva ese nombre histórico. 
Rusia se ha pronunciado en el pasado a favor de una federalización de Ucrania oriental. Hasta el momento, Moscú no ha reconocido a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. 
Mientras tanto, la UE avisó a Rusia de que podrían aprobar nuevas sanciones económicas contra la potencia si no cesa, en el plazo de una semana, su intervención sobre sus vecinos, al tiempo que pidió al Kremlin que se siente a negociar porque «no puede haber una solución militar a esta crisis».
Ante esta amenaza, Putin recomendó a los líderes de los Veintiocho que «se lo piensen otra vez» antes de emitir una nueva batería de medidas. «¿Cuáles son entonces los valores europeos? ¿Apoyar un golpe de Estado armado, la supresión de la oposición con las Fuerzas Armadas?», se cuestionó.
Por otro lado, los 10 soldados rusos capturados por el Ejército ucraniano en su territorio fueron entregados ayer a su unidad, al tiempo que los separatistas anunciaron que habían dejado en libertad a más de 200 efectivos.
«Las negociaciones no fueron muy fáciles», comentó un portavoz militar, que detalló que Moscú también liberó a más de 60 uniformados ucranianos que habían cruzado la frontera tras combates en la zona de Donbass.
Kiev presentó a los detenidos ante los medios como prueba de que el Kremlin está enviando soldados a apoyar a los separatistas en su territorio. El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró por el contrario que los uniformados entraron por error en el país vecino en la zona de Rostov, que no está bien delimitada.