Los delegados sindicales recuerdan que si el Ministerio de Energía no se pronuncia en un plazo de un año sobre la solicitud de cierre que presentó Iberdrola el pasado mes de noviembre, la planta seguirá funcionando, al menos, hasta 2021. Mientras tanto, Bruselas negocia los nuevos plazos de vida útil para las centrales de carbón y las condiciones para el mantenimiento de las explotaciones mineras «como reserva estratégica de los países miembros».